La consigna era clara: fiesta en una mansión de Surrey (Reino Unido), 100 dólares la entrada y una vez en la fiesta valía todo... Menos matar.

En la fiesta swinger, que se realiza todos los años pese a las múltiples denuncias de sus vecinos, un hombre falleció y varios resultaron heridos, mientras la policía determina qué ocurrió en la madrugada del domingo para el lunes.

Un hombre de 30 años apareció inconsciente hacia las 2:30 de la madrugada cuando los agentes se aproximaban a la mansión con ambulancias, helicópteros y patrullas. Minutos más tarde falleció producto de unos disparos.

Según testigos que se encontraban en el lugar, las personas huían despavoridas. Los vecinos, que sufren año a año esta fiesta sexual multitudinaria, suelen quejarse por los desmanes.

El evento fue promocionado a través de las redes sociales; en la tarjeta de invitación se destabacaba que era una “fiesta en la piscina”, eufemismo que conocen los asistentes habituales a estos eventos.