La policía brasileña investiga el asesinato de Priscila Oliveira Franco Mafra y sus tres hijos, de 6, 8 y 13 años, en Aporé, una pequeña localidad en el estado de Goiás.

Según la Policía Civil (PC), luego de cometer el crimen, el hombre identificado como Fábio, se suicidó, pero dejó unas cartas que revelan que padecía depresión y en las que decía haber enloqueció debido a “las constantes peleas” con su esposa.

Los cuerpos fueron encontrados en la mañana del lunes. Ederson Bueno, comisario de la localidad, dijo al portal noticioso G1 que las víctimas fueron localizadas en un establecimiento rural, donde residían.

“Fue en una hacienda, en el campo. La información en un principio es esta, que él habría matado a sus tres hijos, a su esposa y se habría suicidado”, detalló el policía.

La policía cree que la madre y los niños fueron asesinados el sábado. El sospechoso, Fábio José Mafra de Oliveira, de 43 años, nacido en Brasilia, dejó cartas, y, en una de ellas, revela el móvil del crimen. Según él, atravesaba una depresión, que atribuía a “las constantes peleas” con su pareja y a “no tener permiso para desempeñar el rol de padre de los niños”, que no eran hijos suyos.

En las cartas, redactadas luego de asesinar a la mujer y a los tres niños, Fábio relató que llevó a la familia a caminar por un arroyo cerca de la propiedad y allí les disparó, luego recogió los cuerpos y los llevó de vuelta a la hacienda. También cuenta que llamó a un amigo y le pidió que fuera al lugar “a ayudar con un trabajo”. El hombre llegó a la casa el lunes y encontró a toda la familia muerta.

Priscila Oliveira era empleada del Municipio de Serranópolis, según datos proporcionados por la municipalidad. Allí coordinaba un Centro de Referencia de Asistencia Social (CRAS).

La alcaldía informó que sus hijos, que también fallecieron, se llamaban Danilo Fernandes de Freitas Júnior (8), Savana Daniele Fernandes (13) y Guilherme Davi Fernandes de Oliveira (6).