A mediados del mes pasado, el departamento de Maldonado fue escenario de un episodio atípico: el arribo de una hembra de elefante marino en avanzado estado de gestación, y que dio a luz en la costa de Piriápolis.
Se trata del primer alumbramiento de esa especie registrado en nuestro país, dado que estos animales suelen hacerlo en puntos más meridionales del continente. La presencia de la elefanta ameritó un despliegue de recursos humanos y la generación de un perímetro de restricción para que madre e hija —la cría fue una hembra y se la llamó Francisca— no fueran perturbadas.
Ahora, para mayor sorpresa de los expertos, otra elefanta llegó a las costas maldonadenses, más precisamente a José Ignacio, y al parecer con el mismo fin que su congénere de Piriápolis.
La comunidad ambiental Wild Punta del Este difundió imágenes del animal y exhortó a los vecinos a no acercarse mientras se coordina personal para proteger el área. La directora de Ambiente de la intendencia, Virginia Villarino, supervisa la situación, según informó Radio Fernandina.
Ángel Veiga, activista ambiental que se dedica al ecoturismo en laguna Garzón, intervino en la situación e informó que un veterinario verificó que se trata de una hembra, posiblemente embarazada.
Veiga, cuya cuenta de Instagram es @capitan_sacapoco, asumió la labor de “reclutar” recursos humanos para proteger la zona donde se encuentra la elefanta —ya bautizada como Ignacia—, dado que se trata de un punto frecuentado por personas, muchas de ellas con perros.
"Buen día, Ignacia sigue acá. Por favor, no venir con mascotas y tampoco arrimarse, ya que tenemos la suerte de poder ver otro nacimiento. ¡Ella está muy a gusto; se ve!", escribió Veiga esta mañana en sus redes.
De momento, ya se colocó un vallado y se cerró la escalinata de bajada a ese sector de la costa.
Al igual que en el caso de Piriápolis, estas medidas deberán extenderse hasta que nazca la cría y crezca lo suficiente para nadar hacia el sur.