La Justicia argentina tiene varios frentes abiertos en la investigación en contra del uruguayo Pablo Laurta, quien mató a su expareja y a su exsuegra y desmembró a un taxista. 

Además, Laurta secuestró a su hijo con el fin de traerlo a Uruguay, pero fue detenido mientras ambos estaban en un hotel de Gualeguaychú. Desde entonces, las autoridades buscan elementos que puedan esclarecer el caso. 

El ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, aseguró en rueda de prensa que Laurta es una verdadera “mente criminal metódica” y que no se manejó bajo ningún impulso para cometer los tres asesinatos. 

Sin embargo, a los investigadores les llamó la atención una frase que dijo el homicida cuando llegó a Córdoba. “Hay que venerarlo; es un mártir”, sostuvo el uruguayo. 

Las palabras carecen de contexto, pero las autoridades estiman que puede ser todo parte de una estrategia para ser declarado inimputable. 

De acuerdo con las pericias primarias, hay indicios de que el hombre planificó todos sus pasos; sin embargo, solo los exámenes a fondo que se harán en las próximas horas pueden llegar a una conclusión cabal, explicaron.