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Tarda pero llega

La Justicia falló a favor de Blanquita Filippini, la niña amputada por mala praxis en 2009

Una infección generalizada por apendicitis provocó que los médicos sugirieran amputarle las piernas, un brazo y dos dedos, pero todo fue culpa de una mala praxis inicial.

12.02.2020 17:14

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2020-02-12T17:14:00-03:00
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Montevideo Portal

La Justicia falló este miércoles a favor de la niña Blanquita Filippini, una joven de 14 años a la que en 2009 (cuando tenía tres) le amputaron las dos piernas, un brazo y dos dedos de la otra mano, todo luego de una mala praxis en su tratamiento por apendicitis.

Según informó el diario El País y confirmó Montevideo Portal en base a documentación judicial, la Justicia entendió que hubo responsabilidad de los médicos tratantes en las tristes consecuencias de la operación de la apendicitis.

En concreto, la demanda fue de la familia de Blanquita contra el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Comenzó cuando los padres se presentaron ante la Justicia luego de que una serie de hechos médicos en el Hospital Regional de Salto resultaran nefastos para la niña.

El 27 de marzo de 2009 la menor fue al hospital por vómitos y fiebre. El personal que la atendió le diagnosticó infección respiratoria y le indicó algunos medicamentos. Al día siguiente volvieron porque el malestar continuaba, pero le diagnosticaron lo mismo.

Recién el 29 de marzo se le hizo un examen completo y la operaron de urgencia por apendicitis y sepsis, pero los cirujanos ya encontraron una apendicitis gangrenosa.

Ese día la madre pidió que le hicieran más estudios y el personal médico pidió al de seguridad que la calmara, según los denunciantes.

Día y medio después seguía con fiebre, taquicardia y demás síntomas. Estudiada por los médicos se constata que había una grave infección generalizada. Varios días después la infección continuaba y una nueva operación mostró perforaciones del intestino delgado y peritonitis. Situación similar ocurrió dos días después.

La necrosis en ambas piernas y un antebrazo obligaron a los médicos a amputar dichas partes y dos dedos de la otra mano.

Posteriormente, la niña pasó por diversas cirugías. En mayo de 2009, además de los daños corporales que continuaban, "se suman factores emocionales por estrés postraumático que interfieren en la recuperación", según la sentencia judicial.

La niña continuó internada y el MSP y ASSE ordenaron una investigación administrativa que demoró un año en llegar a conclusiones. Una vez que el hecho tomó estado público, la ministra María Julia Muñoz declaró públicamente que no se trataba de un caso de mala praxis sino de un diagnóstico tardío.

Toda esta situación en torno a Blanquita movió a la familia de tal manera que tuvo cambios en su organización. Los padres debieron viajar a Montevideo y la hija mayor, que por aquel entonces tenía 14 años, debió abandonar el liceo para hacerse cargo de sus otros hermanos. Por otro lado, la menor de las hermanas era lactante y debió abandonar el pecho. Además, hubo otros problemas familiares. Uno de los niños se negaba a ir a la escuela y comenzó a tener "problemas de conducta y agresividad".

Además, la niña debió y deberá necesitar prótesis, rehabilitación, asistencia psicológica y demás procesos que tienen su correspondiente costo.

En su momento, el MSP interpuso un recurso de "falta de legitimación pasiva" porque entiende que los médicos intervinientes no son dependientes del ministerio sino de ASSE.

El fallo judicial acogió el recurso interpuesto por el MSP, amparó la demanda de la familia y condenó a ASSE a pagar a los afectados.

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