Contenido creado por María Noel Dominguez
Internacionales

El encargado

Kevin Farrell asume la gestión del Vaticano tras la muerte del Papa Francisco

El cardenal estadounidense-irlandés organizará el funeral y el cónclave para elegir al nuevo pontífice.

21.04.2025 14:56

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2025-04-21T14:56:00-03:00
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Con el fallecimiento del papa Francisco, la máxima autoridad de la Santa Sede recae temporalmente en el camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, de nacionalidad estadounidense e irlandesa. Farrell, de 77 años, asumirá la dirección del proceso de transición hasta que se elija un nuevo pontífice en el próximo cónclave.

Designado por Francisco en febrero de 2019 para el rol de camarlengo —figura central durante el interregno papal—, Farrell es ahora responsable de coordinar los preparativos del funeral, verificar oficialmente la muerte del papa y supervisar la organización del cónclave. El rito de confirmación del fallecimiento se llevará a cabo en la capilla de la residencia Santa Marta, donde el pontífice argentino vivía y murió este lunes.

"Esta mañana a las 07H35, el obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del Padre", anunció Farrell en un comunicado, visiblemente afectado.

Un perfil entre dos continentes

Aunque nacido en Irlanda, Farrell desarrolló la mayor parte de su carrera pastoral en Estados Unidos, con casi tres décadas en Washington y nueve años como obispo en Dallas. Fue papa Francisco quien en 2016 lo nombró prefecto del entonces nuevo Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, desde donde impulsó reformas en el acompañamiento pastoral a las familias y la participación de los laicos en la Iglesia.

Ese mismo año fue elevado al rango de cardenal, y desde enero de 2024 preside el Tribunal de Casación del Vaticano, la más alta instancia judicial del Estado pontificio.

Farrell también fue capellán universitario en Monterrey, México, lo que le dio un vínculo cercano con América Latina. Reconocido por su sentido del humor, en una entrevista con el Irish Times recordó cómo no creyó al principio que el papa mismo lo llamara para anunciarle su designación como cardenal.

Un rol decisivo en días clave

Como camarlengo, Farrell ejercerá una administración interina de los asuntos ordinarios del Vaticano, con la ayuda de tres cardenales asistentes. Tiene la autoridad de solicitar información a todos los dicasterios para garantizar el funcionamiento básico de la Curia romana.

Si bien no toma decisiones doctrinales o estratégicas —facultad reservada al papa—, su papel es fundamental para asegurar la continuidad institucional. El camarlengo también supervisa el sellado del apartamento papal, aunque en el caso de Francisco, que residía en Santa Marta y no en el Palacio Apostólico, esta función será simbólicamente ajustada.

La atención del mundo católico se centrará ahora en la convocatoria del cónclave, cuyas fechas serán decididas por el Colegio Cardenalicio bajo la coordinación de Farrell. La figura del camarlengo, discreta en tiempos normales, cobra en estos momentos una relevancia capital.