Un hombre de 50 años identificado como Saripalli Chanavenkateshwaram Rao, murió el pasado 15 de enero luego de recibir un inesperado ataque de un gallo de su propiedad, al que llevaba encima para participar de una riña.

Según informara CNN, el hombre había colocado espolones de metal en las patas del ave, algo habitual en las riñas de gallos. Nervioso, el animal habría forcejeado para desasirse de su dueño, clavándole una de las hojas metálicas en la yugular.

Rao, padre de tres hijos, fue trasladado a un hospital donde murió poco más tarde, víctima de un ACV causado por la hemorragia.

El fallecido vivía en la aldea de Pragadavaram, en el estado de Andhra Pradesh, y era un asistente habitual en las peleas de gallos locales, y se disponía a hacer luchar a uno de sus pupilos emplumados cuando ocurrió el mortal accidente, dijo Kranti Kumar, jefe de la policía local.

Las peleas de gallos están prohibidas en India desde 1960. Sin embargo, continúan celebrándose, según denunció Gauri Maulekhi, miembro de la fundación People for Animals.

"Se ha dejado siempre muy claro que es un delito, y en ello se ha instruido a las autoridades nacionales y locales, pero prefieren hacer la vista gorda al respecto", lamentó.

"Los animales son obligados a luchar no sólo como entretenimiento", explicó el activista, señalando que en las riñas se registran "fuertes apuestas". Además, durante las jornadas de pelea también abundan los juegos de azar.

Por su parte, Kumar reconoció que la pelea de gallos local siguió adelante sin que se produjera ningún arresto.

Una sentencia de la Corte Suprema de 2014 reforzó la ya establecida ilegalidad de la lucha de animales, enmarcándola en la Ley de Prevención de la Crueldad contra los Animales de la India. En 2015, Maulekhi usó esa sentencia para intervenir en una petición de un tribunal estatal para levantar la prohibición de las peleas de gallos, y la prohibición se mantuvo.