“Un total de 300.000 reservistas serán llamados a filas”, anunció este miércoles el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú. El objetivo: engrosar las unidades que combaten en la “operación militar especial” emprendida en febrero de este año en el este de Ucrania, iniciando así la guerra que lleva el nombre del país europeo y mantiene en vilo a Occidente.
El general y jerarca ruso advirtió que se trata de personas con experiencia de combate, pasado en las Fuerzas Armadas y especialidad militar, y que no se llamará a estudiantes universitarios ni a aquellos que se encuentren cumpliendo el servicio militar obligatorio. Según el ministro, la medida afectará al “1% de los recursos de movilización”.
La decisión del Kremlin busca, según Shoigú, controlar el territorio lindero a la línea del frente de batalla, unos 1000 kilómetros, tal como estimó. Más temprano, el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó en un discurso televisivo que su decreto de “movilización parcial” obedece a la necesidad de “defender la soberanía” y la “integridad territorial” del país, y dijo que su decisión de emprender la “operación militar preventiva [en Ucrania] fue absolutamente necesaria y la única posible” para frenar un eventual ataque ucraniano al territorio del Donbás.
Andrei Kartapólov, jefe del comité de Defensa de la Duma —Parlamento ruso—, anunció que los primeros movilizados serán suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales menores a 45 años.
Irse, la alternativa
La primera consecuencia registrada en las primeras horas del día, tras el anuncio del Kremlin, fue la cantidad de personas que buscan salir de Rusia por sus fronteras y en los vuelos que lograron encontrar. Tal como informáramos, los pasajes aéreos para salir del gigante eslavo rumbo a países que no pidan visa a sus ciudadanos se agotaron. Según EFE, The Moscow Times informó que los billetes de avión a destinos como Estambul, Ereván o Bakú, “no estaban disponibles pocos minutos después del anuncio de Putin”. Según Europa Press, también se agotaron los vuelos entre Moscú y Tiflis, capital de Georgia.
Las fronteras terrestres de Rusia también se convirtieron en un punto de salida buscado, principalmente aquellas en la parte europea del país. El periodista radicado en Bélgica Sotiri Dimpinoudis informó en su cuenta de Twitter que el tráfico en rutas que llevan de Rusia a Finlandia —última frontera abierta para ciudadanos rusos con visas para la zona Schengen— llega a casi 35 kilómetros de fila para salir del país y “aumenta a cada hora”.
#Breaking: just in - The traffic jam at the border with #Russia/#Finland has pilled up to 35KM and is rising by the hour, it is the only border who is still open for Russian civilians with shengen visas, after #Putin announced he will send 300.000 new troops to #Ukraine. pic.twitter.com/EOJ1346qDO
— Sotiri Dimpinoudis (@sotiridi) September 21, 2022
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo que no puede responder “por ahora” la pregunta sobre si el decreto de Putin podría implicar la prohibición de salida del país para potenciales reservistas, según informó Europa Press.
La respuesta de Occidente
El presidente de EE. UU., Joe Biden, condenó el decreto de Putin y acusó este miércoles a su homólogo ruso de querer acabar con el “derecho a existir” de Ucrania, y lanzó una fuerte advertencia sobre el uso de armas nucleares al afirmar que “una guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe lucharse”.
Nada más empezar su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Biden mencionó por su nombre al presidente ruso y dijo: “Putin asegura que él tenía que actuar, porque Rusia estaba siendo amenazada. Nadie amenazó a Rusia. Nadie más que Rusia fue la que buscó el conflicto”.
Aseguró que la guerra fue la “elección” de un solo hombre, Putin, y lo acusó de querer “borrar” del mapa a Ucrania, en una violación “descarada” de la Carta de las Naciones Unidas, el documento fundacional de la organización y eje del orden liberal global creado tras la Segunda Guerra Mundial.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, dijo en la cumbre de la ONU que el Gobierno ruso cometió un “acto de desesperación” al convocar referéndums en las zonas ocupadas por prorrusos en Ucrania y al realizar la movilización parcial.
“Rusia no puede ganar esta guerra criminal. Con las últimas decisiones, Putin, Rusia, solo empeora las cosas”, declaró en una breve comparecencia ante la prensa, según un comunicado de Cancillería.
Agregó que el jefe del Kremlin “ha subestimado completamente la situación desde el principio, la resistencia y la voluntad de resistir de los ucranianos, pero también la unidad y la determinación de los amigos de Ucrania”.
“Los falsos referendos anunciados ahora nunca serán aceptados, naturalmente no por el pueblo ucraniano, pero tampoco por la comunidad internacional y, por lo tanto, no pueden ofrecer ninguna justificación para lo que Rusia realmente pretende hacer, es decir, conquistar el país vecino o partes de su territorio por la fuerza”, declaró.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, coincidieron este miércoles en que la decisión de Putin “es una señal de que la invasión rusa de Ucrania está fracasando”.
Ambas “condenaron las acciones rusas en Ucrania, y están de acuerdo en que las llamadas de Putin a movilizar a partes de la población son una señal de que la invasión rusa de Ucrania está fracasando” y “son una declaración de debilidad”, dijeron en un comunicado conjunto, en el que también subrayaron su compromiso para mantener el apoyo a Ucrania “el tiempo que sea necesario”.
Por su parte, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, advirtió este miércoles de que la paz mundial está “en peligro” por la ”grave escalada” que suponen las últimas decisiones de Vladimir Putin.
“El anuncio de Putin sobre los referendos falsos [en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania], la movilización militar parcial y el chantaje nuclear son una grave escalada”, afirmó el jefe de la diplomacia europea en su cuenta oficial en Twitter. “La paz mundial está en peligro”, afirmó el político español.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo, en una entrevista que publica el diario alemán Bild, que Vladimir Putin quiere ahogar a Ucrania en sangre, “pero también en la sangre de sus propios soldados”.
Sobre la noticia del decreto del Kremlin, dijo: “Nosotros ya sabemos que ha movilizado cadetes, muchachos que no sabían pelear. Ni siquiera pudieron terminar su formación. Toda esa gente no sabe pelear. Esos cadetes han caído. Han venido a morir entre nosotros”, aseguró.
La movilización ordenada por Rusia, según Zelenski, muestra que Putin tiene problemas con sus oficiales y otro personal militar.
El anuncio de la movilización no sorprendió a Zelenski, que, además, dice que en ello no hay nada nuevo para él.
“Tengo todas las informaciones que necesito. El discurso no fue nada nuevo para mí. Nuestros servicios secretos y nuestros aliados ya lo han dicho. La movilización se ha hecho durante todo el último mes”, dijo.
“Está viendo que sus unidades sencillamente salen corriendo. Necesita un ejército de millones porque ve que muchos de los que han venido han salido corriendo”, agregó el presidente ucraniano.
En base a información de EFE y Europa Press
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