En 2006, Uruguay se vio sorprendido por la historia de Gabriel Ihlenfeld, un joven de 19 años que logró engañar a autoridades y profesionales haciéndose pasar por un médico. Participó en congresos médicos, debatió con profesionales, recorrió varios hospitales del país y hasta llegó a ordenar el traslado de pacientes en un avión de la Fuerza Aérea desde Salto hasta Montevideo.
Ahora, otro adolescente logró orquestar estafas en nombre de Unicef (aunque el organismo aclara que nunca llegó a desembolsar dinero) y una financiera tras presentarse como "vice embajador juvenil de la ONU", lo que le permitió contratar varios servicios de remises y traslados sin pagarlos.
Al estafador, que se presentaba ante sus víctimas como Jonathan Mastropierro, se le incautaron miles de pesos, 400 dólares, dos Iphones, un teléfono Samsung, una tableta Xion y un pin dorado de Naciones Unidas.
Los documentos de la acusación revelan varias fases en las estafas cometidas. El joven se comunicó con dos mujeres en enero de 2018 haciéndose pasar por empleado de una financiera, obteniendo datos personales de las damnificadas y sus tarjetas. Con esos datos, compró en febrero y marzo cuatro celulares de las marcas Motorola, Xiaomi y Samsung por $20.285.
Una segunda estafa fue cometida en setiembre. Junto a un cómplice, hizo una página en Facebook con anuncios laborales para extranjeros. Una mujer cubana se contactó con el cómplice en cuestión, quien le dio el contacto del acusado (que se hizo pasar por licenciado) a los efectos de realizar trámites relativos a la residencia en nuestro país y al alquiler de un inmueble.
A través de conversaciones en la aplicación Whatsapp, le solicitó a la mujer la suma de $ 1.420 más 10 cuotas de $ 430 a los efectos de elaborar documentación a ser presentada en la Contaduría General de la Nación y concretar el alquiler de la casa. La damnificada entregó la suma inicial a cambio de documentación apócrifa que luego presentó en el organismo.
De viaje en viaje
El 22 de setiembre volvió a las andadas. Una cómplice se contactó a través de Whatsapp con un remisero, tras hacerse pasar por "coordinadora de servicios tercerizados de las Naciones Unidas". Le aportó un cronograma de "eventos" y solicitó que se recogiese al imputado, de quien dijo era el Embajador del Programa Juvenil de las Naciones Unidas, en la Torre 2 del World Trade Center y lo llevase a distintos lugares.
Cerca de las 23 horas, el imputado ingresó al vehículo del damnificado y pasaron a buscar a otro individuo. Solicitaron que los llevaran a una fiesta en la calle Andrés Latorre próximo y Marcos Sastre, donde permanecieron durante una hora y media, mientras el remisero esperaba. Luego dejaron al individuo que habían recogido -en la calle Florida esquina San José- y volvieron al World Trade Center, donde el imputado descendió, prometiendo girar el importe de los servicios utilizados ($ 5.500) al día siguiente, cosa que no hizo.
El 30 de setiembre cometió una nueva estafa. Nuevamente su cómplice se presentó como "coordinadora de servicios tercerizados de las Naciones Unidas" para contactarse con el chofer de una empresa de transporte a los efectos de trasladar al Embajador del Programa Juvenil de las Naciones Unidas, Jonathan Mastropierro de Rockefeller (el imputado). El 1º de octubre, el chofer llevó a "Rockefeller" desde el World Trade Center hasta Pueblo Batlle y Ordóñez, en Lavalleja. Una vez allí, el imputado ingresó a varios domicilios mientras el chofer lo aguardaba en el vehículo, para regresar a Montevideo cerca de las 16 horas. Mastropierro expresó tener una reunión en el Montevideo Shopping, por lo que ingresó al centro comercial mientras el trabajador aguardaba en el estacionamiento. Posteriormente fueron a buscar a dos muchachas próximo a la zona de Tres Cruces, se dirigieron hasta Solymar y regresaron a Montevideo cerca de las 7 de la mañana del día 2 de octubre.
Solicitó el número de cédula de chofer, manifestando que su asistente haría el depósito del importe del servicio, que ascendió a la suma de $ 36.000, suma que no fue abonada.
El día 9 de noviembre de 2018 se repitió el modus operandi. La "Coordinadora de Agenda para el Programa Juvenil de las Naciones Unidas" se comunicó con otra empresa y confirmó la contratación para transportar al imputado y a otra persona, diciendo que ambos era "funcionarios diplomáticos" y aportando el cronograma a seguir por el chofer.
La empresa transportó a Mastropierro con otras personas en dos oportunidades y, ante el no pago de las facturas y alertados por personas de las otras empresas, decidió no proveer más el servicio. Con estos datos, el imputado fue detenido el día 4 de enero de 2019 con orden escrita de juez competente y al momento de la detención se le incautó la suma de $ 19.000.
Mientras se intenta dar con sus cómplices, se comprobó que el detenido poseía una anotación con sentencia, por lo que reviste la calidad de reincidente.
Se consideró atenuante de su conducta la minoridad relativa y la confesión. Como circunstancias agravantes genéricas se computaron la reincidencia y la continuidad. El joven fue condenado a 20 meses efectivos de prisión, aunque la investigación podría derivar en nuevas acusaciones.
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