El Frente Amplio hizo un largo proceso de análisis y autocrítica sobre la derrota de 2019, concluyendo que no fue prioridad crear “conciencia social” para que la gente “se apropiara de los logros alcanzados” en los gobiernos de izquierda. También se advirtió un distanciamiento de la militancia de base y del interior del país, entre otras cosas.

Fernando Pereira, que entiende a todas esas razones y las valida, atiende a Montevideo Portal durante un larguísimo rato en la casona central del Frente Amplio y, entre sorbo y sorbo de café, gesticula con vehemencia para dejar otra explicación: “Perdimos el alma del uruguayo”.

“El Frente Amplio le cambió la vida a la mayor parte de los uruguayos, pero no siempre pudo entender el estado del alma de los uruguayos. Y no es que perdés una elección, perdés el alma”, explica Pereira.

Y aunque suene algo inmaterial para un marxista probo, responde a su esencia. Antes de ser el líder del sindicalismo uruguayo, mucho antes de ser el máximo dirigente del frenteamplismo y aún antes de siquiera saber que ese podía ser un destino posible, Pereira era un espectador de teatro. Era un niño de 4 o 5 años al que su madre llevó a ver ballet alrededor del lago del Parque Rodó, en Montevideo, y que, deslumbrado, ya no volvió a ser el mismo. Después de esa experiencia, y tras una década de investigar sobre ese tema, empezó a ser espectador asiduo. Desde los 14 años, el titular del Frente Amplio —que aún no soñaba con serlo— se volcó con fiereza a la que quizás sea, junto con “el Goes”, su pasión más desembozada: ve teatro con la fruición de quien busca allí una explicación para el ser humano.

No cree en determinismos y aunque sabe que no hay expansión del alma sin condiciones materiales que acompañen, considera la cultura como un elemento tanto más importante que las cuestiones del vil metal. “Nos equivocamos cuando creemos que la cultura es secundaria. Si cambiamos la cultura de una nación, cambiamos la forma de interrelacionarnos, de no ser egoístas, de ser amplios, generosos, no creernos más que nadie y tener diálogo con el vecino de al lado”, señala.

¿Por qué perdieron el alma del uruguayo?

Porque dejamos de hablar con la gente, no dialogamos con las organizaciones sociales y nos olvidamos de la pedagogía política. Hoy llevamos 1.400 reuniones en todo el país…

¿Estuvo en todas?

No, en 700, pero estuve en todo el país. Lo que más predomina, cuando hablás ahí, es que te dicen que se perdió el vínculo entre la gente y los dirigentes. No fuimos capaces de estar al lado y cerca de nuestra gente.

¿Y lo recuperaron?

Sí.

Pereira cree que el Frente Amplio ganará y asumirá en marzo de 2025. Dice que él no ocupará cargo alguno, que no tiene aspiración y que, probablemente, cuando cumpla con su mandato en el FA, volverá a su casa. “Me gustaría tener un bolichito y hacer cultura literaria, hacer de cuentacuentos. Yo el día de mañana volveré a ser el hincha de Goes, humanista, y ya”, dice este dirigente mesurado que ya no fuma, ni bebe, ni toma mate, desde que hace 17 años Tabaré Vázquez le dijera que para poder dejar de fumar las tres cajas diarias que consumía debía abandonar todo elemento adictivo al mismo tiempo.

Consultado insistentemente, no menciona a quién votará en la interna partidaria de cara a las elecciones de 2024, pero asegura que ya tiene su candidato predilecto. Y que tienen “candidatos de sobra”. Espera que el socialismo llegue de forma democrática, aquel que “nunca nadie vio en la historia de la humanidad”, que el desarrollo productivo coexista con la justicia social redistributiva y que crezca, por fin, “el hombre nuevo”.

Pese a que ha dicho que el gobierno “está agotado”, considera que el candidato o candidata, sea Yamandú Orsi, Carolina Cosse —“una verdadera despegada”— o algún otro, deberá asumir el 1° de marzo de 2025 y recibir, de mano de Luis Lacalle Pou, la banda presidencial. “No quiero que el presidente se vaya antes, aunque ya no tiene nada para ofrecer”, insiste cuando se le pregunta por sus denuncias. Y aunque defiende el “derecho” de Esteban Valenti de escribir su columna en este portal y de pedir esa renuncia, se despega: “Nadie habló de nadie del gobierno que se tenga que ir. Aunque muchos deberían”.

¿Quiénes se tendrían que ir?

Bueno, jefes de policía que decían que Sánchez era un hijo de puta y que los FA mientras respiraran iban a joder. Tiene que irse en 30 segundos, lo tendría que haber sacado el gobierno. Los indagados no pueden ser investigados por personal subalterno.

¿No es responsabilidad del ministerio?

Sí. Hay un ministro que no se mueve. Nadie puede decir que Heber no sea capaz, pero no funciona en ese lugar porque no está capacitado para eso: se lo fuman los policías con experiencia, y el mando civil perdió poder en el ministerio. Se le fueron los delitos de las manos.

Para ustedes la seguridad es un tema sensible…

Fracasamos en eso. Y la gente nos lo cobró.

¿Cuál sería la política en seguridad?

Vamos a terminar construyendo una política bárbara, pero habrá que trabajar entre todos los partidos. Y construir rutas de salida, porque nadie se recuperará en el Comcar o en lugares en los que están amontonados, en condiciones humanas nefastas, donde metemos presa a mujeres por unos gramitos de marihuana y les ponen cuatro años de pena: deberían derogar ese artículo por más fanáticos de la LUC que sean. ¿Cuánto más daño quieren hacer? Digo que está agotado, no porque no vayan a llegar hasta el final, que van a llegar, sino porque fue un modelo que se basó en conjunto de propuestas a la sociedad que luego no cumplieron. Y eso es convivir con la falta de verdad.

“No quiero que el presidente se vaya antes, aunque ya no tiene nada para ofrecer”

¿No cumplieron con las propuestas o eran propuestas equivocadas?

Las propuestas son distintas a las promesas que hicieron: están haciendo lo que realmente piensan, que los malla oro se enriquezcan y que luego esa riqueza va a distribuirse. Y hoy hay 66 mil uruguayos más en la pobreza, ¿dónde está el derrame? Cada vez acumulan más riqueza y hay uruguayos que no tienen ni baño. Y hay un ministro de Desarrollo Social que a nadie le explica ni una política social: va a quedar en la historia por perseguir pobres. Y dice que usamos el hambre y la pobreza; es un mentiroso y convive muy bien con la mentira: ¿qué ollas usamos? Pusimos toneladas de comida en las ollas para ayudar.

¿Entre los funcionarios que deben renunciar incluye a Martín Lema?

Sí. Está, del cero, varios escalones para abajo. Vino a suplantar a alguien que tenía sensibilidad por las personas con vulnerabilidad, y a Lema lo veo muy alejado de esa sensibilidad. Lo veo con cara de malo atacando débiles.

¿Deberían echarlo?       

Yo creo que tendría que irse solo, pero es un gobierno que no mueve a nadie. Me dicen que estudie y me mandan informes de pésima calidad. Si los estudio, voy a terminar por no saber nada. Hace 30 años que estudio sobre pobreza y me he nucleado de los mayores economistas especializados en el tema, y lo que me mandó el Mides es un papelón. Comparan cosas incomparables. A alguien que le presenta eso al presidente del partido opositor le tienen que decir: “váyase, usted tiene que presentar algo serio”.

¿Y por qué lo sostienen?

Porque es una ficha de recambio del Partido Nacional. Pero no se dan cuenta de que no está rindiendo, capaz en otro lugar lo haría. Compró el rol de diputado duro de la oposición y no pudo salir. Ahora se pone trajes mucho mejores, pero es igualito, y la verborragia es la misma. La política no es para malos; si no serían todos boxeadores. En este gobierno pasa lo de Marset, pasa lo de Astesiano, y nadie saltó en este gobierno. Nadie fue fusible. Terminó en presunto espionaje a dos senadores con fines extorsivos, pero no pasa nada.

¿Hasta dónde llega?

No tengo idea. Ya hasta acá debieron haber saltado varios fusibles.

¿Son incombustibles?

Son inmortales. No los mueve nada. No los asusta el desamparo: se tapan con paraguas agujereados. Están siendo opacos. Era el jefe de seguridad de presidencia, con 160 trabajadores a cargo y eso es una gran empresa.

Sin embargo, confía en Lacalle Pou…

Puedo hacer silencio, pero no diré lo que no pienso. Están siendo opacos en la información y se equivocó en haberlo nombrado y luego en mantenerlo. El responsable es él, el presidente de la República, pero lo voy a respetar siempre.

¿Por institucionalidad o personal?

Por ambas. Y debería decir que se equivocó y que erraron feo. Tiene mil cosas para aclarar y la gente va a pensar que está involucrado, más allá de lo que yo crea o piense.

¿Usted habló con él?

Sí, y le dije lo mismo que ahora: aclará o lo va a pagar el sistema democrático en su conjunto. Yo soy excesivamente respetuoso de las instituciones; algunos acá adentro me dicen que demasiado, pero si querés gente por fuera te presento a dos senadores que dicen cualquier cosa…

Graciela Bianchi dijo en entrevista con este portal que es marxista.

Pobre Marx. Acusan de narcotráfico, difunden fotos falsas, hacen cualquier cosa. A [Sebastián] Da Silva y a Bianchi alguien ya tendría que haberles dicho que están pasados, que no pueden decir esas cosas. Si no, los avalan. Y están rompiendo la casa donde vivimos todos juntos.

Javier Noceti /  Montevideo Portal

Javier Noceti /  Montevideo Portal

“Hay un ministro de Desarrollo Social que a nadie le explica ni una política social: va a quedar en la historia por perseguir pobres. Y dice que usamos el hambre y la pobreza; es un mentiroso y convive muy bien con la mentira”

También acusan al Frente Amplio y al Pit-Cnt de ser la misma cosa. Ustedes lo rechazan, se molestan, pero pasó de dirigir la central a dirigir el partido, ¿eso no abona la idea?

Que vayan a terapia; no me pidas que resuelva lo que los terapeutas no han podido. No estudié para eso, aunque leí mucho a Freud y Jung. Tranquilo el Goes, ¿no? Yo fui dirigente sindical y fue de mis principales honores. 

Me refiero a la idea de que hay continuidad…

Eso es una patología incurable.

¿Dice que ambas instituciones están disociadas?

Pero sí, tan disociados que un día me fui, dejé unos libros para buscar, pero jamás volví a buscarlos.

No me diga que no lo dejan entrar…

Sí, pero no he ido. También el que se va tiene que entender que otros vienen y hay que dejarlos hacer. Ellos vienen bien. Lo que se decía, que dependían de mí, era puro humo. Hay compañeros y compañeras mucho más calificados que yo.

¿Se imagina un Pit-Cnt combativo contra un eventual gobierno del FA en el futuro?

Sí, me imagino eso gobierne quien gobierne. Será combativo con estilos diferentes, no confundamos discursos suaves con acciones suaves. Puede tenerse discurso moderado y acciones duras, como las de AEBU con el Citibank. Tienen un discurso moderado, pero su acción es firme. Las acciones sindicales más duras son las que más gente convocan, decía Héctor Rodríguez, un dirigente sindical de los años 60.

La convocatoria es clave…

Siempre. Mirá, el FA se puede explicar sin Tabaré Vázquez, sin Pepe Mujica y sin Danilo Astori. Perdimos por 30 mil votos en 2019 y ahora vamos a tener condiciones de ganar y de construir una mayoría parlamentaria, pero lo hace por el protagonismo de su gente y la militancia, no por los dirigentes.

En marzo, en este portal, dijo que la LUC era aún un león chiquito… ¿y ahora?

Bueno, por la LUC hay decenas y decenas de mujeres presas por entrar unos gramitos de marihuana. ¿Cambió algo? Ahí la LUC ya se va agrandando. Por decisión de la LUC ya no hay consejos de primaria, secundaria y UTU; hay una falta de operatividad en las resoluciones que demuestra que el león se está agrandando. Todavía no se ven los desalojos exprés, pero ya los vamos a estar viendo. Las leyes llevan años en asentarse y está fue una ley de muy mala calidad. Hay que tener paciencia estratégica para poder explicar con el tiempo lo que pasó. Como se verá la pésima transformación educativa, cuando vean la caída del presupuesto educativo, por ejemplo.

Javier Noceti / Montevideo Portal

Javier Noceti / Montevideo Portal

“Hay que tener paciencia estratégica para poder explicar con el tiempo lo que pasó. Como se verá la pésima transformación educativa”

La pasión y después

Pereira fluye con el diálogo y se va encendiendo con cada tema. En tren de confesiones, hilvana una a una las suyas. De su familia también, esos tres hijos —una propia y dos de su compañera, a los que conoce desde muy pequeños y considera como hijos propios también—. De como la más chica le enseña a través de su propia militancia feminista y de tratar de entender que, cuando cree que ha logrado algo, le corre la barrera del feminismo un poco más allá.

Y luego fluye del teatro al cine, del arte a la política. Pero, ante todo, el Goes. Puede estar en plena reunión política, presidiendo la mesa central del FA, pero su celular arroja los resultados y, si el tanteador ayuda, le arrebata una sonrisa. Le saca el espíritu lúdico, la pasión irracional. La misma que supo tener por Peñarol, que conserva en menor medida desde que, en 2016 y durante un clásico, arrojaron una garrafa por la tribuna.

“Esa pasión es una magnífica pérdida de tiempo: me provoca emociones y sensaciones incluso físicas inexplicables. Y esa es una forma de sentirte vivo también”, filosofa Pereira. Recomienda teatro, admite que este año debió bajar su promedio de 50 obras anuales y vio solo cerca de 30. Es fanático del Teatro Circular, va a ver todas las obras de ballet en el Sodre, y abarca cada experiencia como una posibilidad de ampliar su alma y su espectro.

¿Qué le aportó el teatro para la política?

La paciencia. El ejercicio de que, si no entendés, tenés que volver a verlo, leerlo, apasionarte por lo que estás haciendo. Que una representación de una hora puede equivaler a siete horas de debate, de pensar y sentir qué te conmovió. Y cierta lógica para reflexionar desde un lugar donde sea más fácil explicar. El lenguaje teatral puede ser muy sofisticado, pero también es muy sencillo cuando debe explicar. El arte tiene dos componentes, el que lo construye y tu apertura del alma ante lo que te están queriendo mostrar. Si vas a la obra para pasar el tiempo no entendiste nada: te tenés que matar apara entender y abrir tu alma a lo que te están queriendo mostrar y expresar.

¿Y en la política?

También; si no, no podría hacerlo. Mucha gente cree que esto es una cuestión de poco tiempo, pero yo puedo estar más de 16 horas fuera de mi casa por esto, y es algo que tiene que comprender la familia. Tenés que resistirlo físicamente, tenés que estudiar en los ratos libres.

En su oficina suele recibir politólogos, economistas, especialistas de distintas ramas para debatir y aprender, para pensar el país del futuro. “No hay nada más generador de pasión que creer que es posible otro mundo, que hay otro futuro posible, que es posible construir otros niveles de equidad y humanidad, que es posible construir al hombre nuevo”, insiste Pereira.

¿Sigue siendo posible?

Sí, mirá toda la gente de bien que hace cosas sin pedir nada a cambio. Demuestran que una humanidad distinta es posible. A partir de un desarrollo cultural también.

Todo eso depende también de condiciones materiales…

Sí, claro.

¿Y en qué puede aportar el FA en esa construcción del hombre nuevo?

Sin duda las bases materiales son trascendentes, pero también hay aspectos vinculados a la apertura a la cultura que son esenciales. Desde la presidencia del FA nombramos a Gabriela Iribarren en la comisión de Cultura. Y han conformado un grupo de 80 artistas para pensar cómo incorporar la cultura al Frente Amplio. No solo con leyes. Y no podemos pensar la cultura solo como artistas que participan en spots o actos; necesitamos que aporten al programa del FA soluciones y que aporten a los uruguayos desde la riqueza espiritual.