Contenido creado por Federico Medina
Locales

No es solo alimento

Facultad de Ciencias Sociales: la mitad de las ollas populares recibió insumos de la IM

El documento elaborado por el centro de estudios de Udelar indica, además, que el 76% de las ollas surgieron a partir de la pandemia.

10.10.2022 19:09

Lectura: 6'

2022-10-10T19:09:00-03:00
Compartir en

“Entramando barrios. Ollas y merenderos populares en Uruguay 2021-22” se llama el informe elaborado por la Facultad de Ciencias Sociales y publicado por la Universidad de la República (Udelar) en setiembre de este año, para el que un grupo de académicos relevó datos y experiencias de iniciativas en todo el país.

Según relatan los autores del trabajo, la Dra. Anabel Rieiro, el Dr. Diego Castro, el Lic. Daniel Pena, la Mag. Rocío Veas y el Lic. Camilo Zino, con este documento pretenden “contextualizar el fenómeno” de las ollas y merenderos populares (OMPs) “a nivel general”, y comprender su magnitud actual a través de un “relevamiento nacional” y un trabajo de sistematización de los datos recogidos en las redes de OMPs.

Entre junio y julio de 2022, identificaron 542 iniciativas activas que sostienen una olla o un merendero, o que combinan una olla y un merendero, mientras que durante junio y julio de 2020 eran 645 las iniciativas activas.

 El 59,6% de las iniciativas se ubican en Montevideo y el 40,4% en el resto de los departamentos del país, donde destacan, Canelones y Salto como los lugares de mayor concentraciones de ollas y merenderos.

Entre los muchos datos y conclusiones que incluye el informe, se indica que “del total de las iniciativas (ollas y merenderos) activas al 2022”, el 23,8% ya existían antes de la pandemia, y que “76,1% surgieron durante la misma o posteriormente”.

Sobre fuentes de recursos

El informe también detalla las fuentes de recursos y provisión de insumos para las ollas y merenderos en todo el país.

De la consulta a las OMPs surge que el 50% de estas organizaciones (del total del país) recibió recursos e insumos del Plan ABC de la Intendencia de Montevideo (IM); este alto porcentaje, dicen los autores, “se explica por el hecho de que en Montevideo el 80% de las iniciativas mencionaron recibir insumos de esta fuente”; 39% nombraron a Uruguay Adelante; 25% “a vecino/as”; 22% a “recursos de la propia olla o merendero”, 21% “a una Red o Coordinadora; 20% “a intendencias (sin contar Montevideo)”; 19% “a comercios locales”; 13% “a sindicatos”; otro 13% a INDA/Mides; 11% a “Redalco”; 7% “a empresas”; “4% a partidos políticos”; y 14% “señala otras fuentes (Mercado Popular de Subsistencia, el Banco de Alimentos, clubes deportivos, instituciones religiosas, etcétera)”.

Por otra parte, los autores del trabajo consultaron “por la principal fuente de insumos” de sus iniciativas. “A nivel país, el 25% indica que es el Plan ABC, 20% Uruguay Adelante, 12% las Redes/Coordinadora de ollas, 11% no identifica una fuente principal, 9% identifica las donaciones privadas como el principal insumo, y 6% las intendencias en el interior del país, 5% los recursos del propio grupo y 4% los recursos provenientes de vecinos”.

En Montevideo, 42% de las iniciativas identifican al Plan ABC de la Intendencia.

El documento señala que el “Plan ABC tiene un peso importante a nivel nacional”, por la mayor proporción mayor de OMPs en Montevideo.

En el caso de Montevideo, “el 42% de las iniciativas identifican al Plan ABC de la Intendencia como principal fuente de insumos”; 20% a Uruguay Adelante; 12% a una Red o la Coordinadora, y 11% no identifica una fuente principal, lo que implica varias fuentes de insumos combinadas sin ninguna predominante”.

En el departamento de Salto, “61% de las iniciativas menciona al Colectivo de ollas como principal fuente de insumos; 33% a la Intendencia y 6% a los donantes particulares”.

En el caso de Canelones, 29% de las iniciativas identificó a Uruguay Adelante como su principal fuente de insumos; 17% a la Intendencia de Canelones; 17% no identifica una fuente principal; 15% a donantes particulares; y 7% a recursos de los propios organizadores.

En el resto del país, “la situación es más diversa”, señalan los autores: “20% de las iniciativas identifican a los donantes particulares como la prinicipal fuente de insumos; 16% a una Red o Coordinadora (que se concentran en Río Negro y Durazno); 14% a sindicatos; 11% a comercios locales; 9% a vecinos/as, 9% a Uruguay Adelante y 7% a recursos de los propios organizadores”.

Menos ollas, (casi las) mismas porciones

“Más de dos años han pasado desde el comienzo de la pandemia y del surgimiento de ollas y merenderos como respuesta popular a la emergencia alimentaria”, recuerdan los autores, y concluyen que “durante este tiempo, pese a cierta reducción de la cantidad de iniciativas identificadas (de 645 entre junio y julio de 2020 a 542 en igual período de 2022) y también de organizadoras/es (de 6.100 a 4.523), las porciones servidas mensualmente permanecen con poca variación (pasando de 1.880.466 a 1.806.853)”.

En este sentido, aseguran que “del total de porciones, aumentaron las servidas en merenderos (de 500.934 a 767.893 ) y disminuyeron las de ollas (de 1.379.532 a 1.038.960)”.

De esa forma, “menos iniciativas y menos personas continúan sirviendo una cantidad similar de porciones de comida mensuales” lo que ocasiona “una intensificación de la tarea”.

Por otra parte, se encontró que, en 2022, “el porcentaje de mujeres entre las/os organizadoras/es en merenderos corresponde a un 76%; en ollas y merenderos, 66%; y en las iniciativas que solo realizan ollas es de un 58%”.

Asimismo, aseguran que, además del servicio y la ayuda alimentaria para las personas y núcleos familiares, “frecuentemente, los/as organizadores/as” de OPMs “expresan ser un sostén —emocional y material— ante distintas realidades y problemáticas, como situaciones de violencia, desempleo, consumo de drogas o falta de vivienda”.

En este contexto, “las OMPs, en muchos casos, se convierten en centros de referencia barrial para acompañar las diferentes facetas de la precariedad de la vida de quienes asisten —inicialmente— en busca de alimento”.

Por último, los autores afirman que “se están produciendo vínculos de apoyo y sostén que inciden en las condiciones en que las diferentes problemáticas pueden ser afrontadas, buscando soluciones prácticas y concretas, y potencialmente experimentando una afectación que se puede procesar con otras y otros”.

Acceder al informe completo.


Te puede interesar Lacalle, su “mal momento”, su crítica a las ollas y el vínculo con Lorena Ponce de León