El Gobierno resolvió extender al menos hasta abril la emergencia agropecuaria debido a “una situación de sequía consolidada”, anunció este martes el ministro de Ganadería, Fernando Mattos. La medida regía, en principio, hasta el 23 de enero, pero el Poder Ejecutivo decretó su prórroga por 90 días, “como mínimo”, luego de advertir una continuidad del déficit hídrico y forrajero en varias zonas del territorio.

El Gobierno recibió informes del Instituto Uruguayo de Meteorología que “no son muy auspiciosos” para los intereses de los productores, dijo el secretario de Estado. “Hay dos episodios de lluvia modestos que no revertirían para nada la situación actual. Serían este sábado y el sábado siguiente”, afirmó el ministro.

El secretario de Estado señaló que, de no ocurrir esas lluvias, la situación será “crítica” para el potencial del sector agrícola, que tiene plantadas un millón y medio de hectáreas. Consultado sobre el alcance de la cosecha de soja, Mattos dijo que “es una lotería” realizar un pronóstico es las actuales circunstancias.

Mattos señaló la falta de humedad en el suelo y dijo que el problema va en expansión. “Estamos en una situación de sequía en buena parte de Argentina, Uruguay y el estado de Río Grande del Sur en Brasil”, afirmó en una rueda de prensa.

La medida habilita liberar dinero subsidiado por el Fondo Agropecuario de Emergencia y ofrecer el apoyo de República Microfinanzas para los sectores ganaderos, lechero y forestal, de horticultura, fruticultura, agricultura, avicultura y apicultura.

“Si a partir de ahí se empieza a pedir dinero reglado, me parece que estamos en una dimensión que no corresponde”, dijo Mattos al destacar que se trata de un “subsidio directo” y préstamos con una amortización “bastante amigables”.