Despojado oficialmente de su título de príncipe y con una inminente mudanza a una residencia más modesta en Sandringham, el futuro de Andrés Mountbatten-Windsor —hermano menor del rey Carlos III— se presenta plagado de incógnitas, tanto a nivel personal como judicial.

La medida, marca el punto más bajo en la caída pública de Andrés , cuya reputación quedó gravemente dañada por su vinculación con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein. Aunque su exclusión formal de la familia real comenzó en 2019, el retiro del título de “príncipe” y su inminente traslado fuera del Royal Lodge confirman su ostracismo dentro de la monarquía.

¿A dónde se va Andrés?

Aunque aún no hay confirmación oficial, la prensa británica apunta a que Andrés será reubicado en una residencia secundaria en Sandringham, el extenso complejo rural donde la familia real suele pasar las fiestas navideñas. Según The Times , su exesposa Sarah Ferguson no lo acompañará en esta nueva etapa. Sus hijas, Beatrice y Eugenie, conservarán sus títulos de princesa, pero han recomendado a su madre "reinventarse como filántropa".

Vecinos de Sandringham ya han expresado su descontento. “No queremos a ese hombre horrible aquí”, declaró un residente al tabloide The Sun , reflejando el rechazo social que persiste hacia Andrés, incluso tras su salida de la vida pública.

¿De qué vivirá el exduque?

Aunque fue apartado de sus funciones reales y ya no recibe fondos públicos, Andrés no quedará desamparado. The Guardian señala que Carlos III le garantizará una pensión privada, además de una suma de 558.000 libras (unos 632.000 euros) asociada a una cláusula de desalojo del Royal Lodge.

Sin embargo, parte de ese monto se destinaría a cubrir daños y deterioros en la mansión, lo que podría reducir considerablemente la cantidad neta a recibir.

Como exoficial de la Marina Real, también conserva una pensión anual de 20.000 libras, aunque claramente insuficiente para mantener su estilo de vida anterior.

¿Y su vínculo con la familia real?

Técnicamente, Andrés sigue siendo miembro de la familia real y figura en la línea de sucesión al trono —en el octavo lugar—. Su exclusión formal requeriría reformas constitucionales complejas y el respaldo no solo del Parlamento británico, sino de los demás países de la Commonwealth donde el monarca británico es jefe de Estado. Por ahora, esa opción está descartada.

Con información de EFe