"Un primer lote de 20 cápsulas lo empezamos a instalar en febrero. Ahora estamos con el segundo, y el número de arrendatarios se ha triplicado", señaló Bando.

Estas cabinas, concebidas como un lugar donde trabajar entre visitas a clientes, disponen de aire acondicionado, tomacorrientes, conexión a internet, gran pantalla y sillón cómodo. En un principio se instalaron en el metro, pero luego fueron apareciendo también en líneas ferroviarias y complejos de oficinas.

El plazo mínimo del alquiler es de 15 minutos, lo que cuesta 250 yenes (US$2).

Diseñadas para trabajar en privacidad, estas cápsulas se limpian regularmente y su interior está hecho de materiales bactericidas, lo que explica su creciente popularidad en los tiempos de la pandemia.

"Creo que la demanda ha ido en aumento debido al coronavirus, pues tanto las compañías como sus empleados buscan alternativas a la oficina tradicional·, dijo Bando.

(Sputnik)