Según recogen las imágenes del Centro Televisivo de Vaticano, el Pontífice se ha parado a saludar algunos fieles y se ha detenido unos minutos ante esta mujer que se levantó la manga de la chaqueta para mostrar el número tatuado en su antebrazo. Francisco se acercó para besarlo.

Maksymowicz fue trasladada cuando tenía tan solo tres años hasta el campo de concentración nazi y fue objeto de una serie de experimentos médicos por parte de Josef Mengele. Tras la liberación del campo, trece meses después, fue adoptada por una familia polaca de Oswiecim, a pocos metros de la ciudad de Auschwitz.

El pasado 12 de mayo, el Papa retomó las audiencias en presencia de fieles en el Patio de San Dámaso, después de siete meses de parón de este acto con público por la pandemia de coronavirus cuando se desarrollaban en la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.


Con información de Europa Press