La neuróloga brasileña Claudia Soares Alves, de 43 años, fue noticia en junio del año pasado por un caso que generó alarma pública y fue viral.

Tal como informáramos entonces, la mujer se hizo pasar por pediatra y secuestró una recién nacida de un centro de salud en la ciudad de Uberlândia. La Policía la detuvo horas más tarde, a 135 kilómetros del lugar del hecho. Tenía a la bebé consigo, y en su auto había todo tipo de enseres maternales.

Se comprobó asimismo que había obtenido documentos falsificados para intentar registrar a la bebé como su hija. En marzo de este año obtuvo la libertad condicional, aunque las acciones judiciales contra ella proseguían, y también fue despedida de la Universidad Federal de Uberlândia, donde trabajaba

Ayer, la neuróloga fue detenida una vez más por la Policía. La razón del nuevo arresto no guarda relación con el intento de secuestro, sino con un asesinato cometido hace más de cinco años, episodios que tienen un elemento en común: la obsesión patológica de Soares —que tiene un hijo varón de 18 años— por ser madre de una niña.

Durante una rueda de prensa en Uberlândia, el jefe de la policía local, Eduardo Leal, informó que durante años la mujer se sometió a tratamientos de fertilidad, pero sin éxito. Tras estos intentos fallidos, presuntamente recurrió a adopciones ilegales utilizando documentos falsificados e incluso ofreció dinero para comprar un bebé recién nacido en Bahía. Finalmente, cometió el ya mencionado secuestro.

Según consigna el portal noticioso G1, el arresto de ayer se enmarca en los avances de la investigación por el asesinato de la farmacéutica Renata Bocatto Derani, asesinada en el año 2020, también en Uberlândia.

Leal explicó que en aquella época Soares se casó con el exmarido de Renata, pero la relación duró solo dos meses, ya que el hombre decidió separarse tras darse cuenta de que su nueva esposa “exhibía comportamientos obsesivos y mostraba interés en asumir el rol de madre de su hija con Renata”.

La farmacéutica, al darse cuenta de que la nueva esposa de su ex parecía una persona peligrosa e inestable emocionalmente, prohibió a su hija tener contacto con su padre siempre que él estuviera con ella

Tras la separación, Claudia supuestamente planeó el asesinato de Renata para “reavivar la relación y retener a la niña”, que entonces tenía 9 años.

Renata fue asesinada a balazos en la mañana del 7 de noviembre de 2020, cuando llegaba a su trabajo. Tenía entonces 38 años.

Las cámaras de seguridad captaron el momento en que el criminal se acercó y disparó al menos cinco veces contra la víctima, impactando en su pecho, cuello, hombros y glúteos.

Un testigo declaró que la mujer intentó defenderse y suplicó que no la mataran, pero el hombre continuó disparando. Antes de huir, el perpetrador dejó una bolsa con objetos y una carta con insultos dirigidos a la víctima.

En aquel momento, la Policía Civil interrogó a personas cercanas a la víctima, incluido su exmarido.

Ayer, además de Soares, fueron detenidos dos hombres, padre e hijo, como probables perpetradores. Ambos eran vecinos de la doctora.

El detective también declaró que, en la casa de la sospechosa, la Policía Civil encontró una habitación pintada de rosa con varias prendas de ropa infantil, una cuna y una muñeca reborn.

"Es capaz de cualquier cosa para lograr su objetivo: ser madre de una niña. Incluso ese día, durante el registro, comprobamos que tenía una habitación pintada completamente de rosa, con varios artículos de bebé del mismo color, una cuna, y parecía que dormía en ella. Se nota que es una persona totalmente desequilibrada", subrayó.