Con consignas a favor de la aprobación de una nueva Carta Magna, decenas de personas salieron a las calles este viernes en Santiago de Chile, desafiando el silencio electoral previo al plebiscito constitucional que se celebrará el domingo, lo que provocó disturbios con la Policía.

En la capitalina Plaza Italia, rebautizada popularmente como Plaza Dignidad, se congregaron de nuevo los manifestantes en un encuentro que se caracterizó por los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que trataron de disuadir la marcha al considerarla ilícita por promover una de los dos opciones del referéndum.

Desde primera hora de la tarde, grupos de jóvenes se desplegaron por las vías colindantes a la rotonda, convertida en el epicentro de las protestas desde que comenzaron hace más de un año, en un encuentro que se preveía más multitudinario tras las masivas manifestaciones del pasado fin de semana.

"Seguimos aquí porque nada ha cambiado en un año. Nada. Y no nos iremos de las calles hasta que el domingo no salga el 'Apruebo'", explicó a Efe Yaslein Ovalle, una joven manifestante.

En el referéndum, la votación mas importante en tres décadas de democracia, más de 14,7 millones de ciudadanos podrán elegir entre redactar una nueva Constitución o conservar la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y, para muchos, el origen de las desigualdades del país.

Barricadas y gas lacrimógeno

A medida que avanzó la jornada comenzaron los choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, que prendieron barricadas y lanzaron objetos contundentes.

En tanto, un gran contingente policial de Carabineros de Chile (Policía militarizada) trató de dispersarlos con los habituales carros lanza-aguas y con el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno.

"La Policía no nos deja reunirnos, así que nada, solo nos queda pelearnos con ellos. La represión está muy fuerte pero si no estamos en la calle nadie nos va a escuchar", lamentó a Efe el estudiante Daniel García.

La marcha puso fin a una jornada que transcurrió en un ambiente de calma generalizada y en el que las Fuerzas Armadas aprovecharon para desplegar un operativo de más de 25.000 efectivos que desde esta noche custodiarán los locales de votación para prevenir eventuales disturbios antes y durante la votación.

La opción de aprobar el cambio constitucional, que todos los sondeos dan por vencedora, ha sido ampliamente apoyada por la izquierda y el centro, mientras que la derecha dio libertad de elección a sus seguidores.

El plebiscito se planteó como la vía política para poner fin a la actual crisis social que comenzó con manifestaciones en octubre de 2019 para protestar contra el alza en el precio del billete de metro y se convirtieron en un clamor popular por un modelo socioeconómico más justo.

En la misma votación, los ciudadanos tendrán que escoger también el tipo de órgano que redacte la eventual nueva Carta Magna -proceso que podría demorarse hasta 2022-, entre una asamblea formada solo por ciudadanos electos o una integrada también por diputados.

Inquietud por la COVID-19

Pese a que el plebiscito se celebrará en un momento de retroceso de la pandemia del nuevo coronavirus en el país, las autoridades sanitarias mostraron inquietud ante un posible aumento de rebrotes tras la celebración de la votación e hicieron un llamado a "mantener la calma".

"Si hacemos un proceso ordenado, siguiendo las recomendaciones, no deberíamos tener un mayor aumento de los casos", afirmó la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches.

La colegiada recomendó manifestarse "de forma distinta" e insistió en mantener todas las medidas sanitarias, sobre todo el distanciamiento físico para evitar que aumenten los contagios, que rozan los 500.000 casos desde el pasado marzo.

Las autoridades elaboraron en las últimas semanas un plan con protocolos sanitarios especiales para evitar la propagación del virus con un horario especial de votación para los adultos mayores.

Otras medidas anunciadas son el transporte gratuito en el metro de la capital y en los trenes de las ciudades de Valparaíso y Concepción, y la reducción del horario de toque de queda, que rige desde la llegada de la pandemia en marzo, por lo que se podrá circular desde las 04.00 de la mañana del domingo hasta la 01.00 de la madrugada del lunes.

EFE