Los juzgados de familia de todo el mundo están llenos de lamentables historias de mujeres que tienen que apelar a la Justicia para que los padres de sus hijos se hagan cargo, aunque sea mínimamente, de la manutención de los niños.
A la hora de escaquearse de sus obligaciones, algunos hombres no dudan en apelar a estrategias como la ingeniería contable, el ocultamiento patrimonial o —los más burdos— simplemente a borrarse del mapa. Sin embargo, un ciudadano ruso ideó un método especialmente retorcido para no pagar los garbanzos a sus hijos.
Roman Korenev, jefe del servicio de alguaciles encargado de cobrar las pensiones alimenticias en la ciudad rusa de Tiumén, dijo en declaraciones al medio local 72.RU. que un hombre había tomado una increíble medida para no pasar dinero a sus hijos: cambiar de nombre y apellido.
Un año después, el hombre, cuya identidad se desconoce, recuperó su antiguo nombre y repitió el proceso, como intento de evadir a los alguaciles liderados por Korenev y no honrar su deuda.
El funcionario reconoció que el truco le funcionó al sujeto “por un tiempo”, aunque no detalló cuánto fue. Sin embargo, fue detectado. porque, si bien la burocracia puede resultar lenta, posee mecanismos de control que a la larga son eficientes.
““Cuando cambia el nombre de una persona, la oficina del registro civil informa de ello a los alguaciles, por lo que el deudor no puede evitar pagar la manutención de los hijos de esta manera”, explicó Korenev
En el reportaje, el alguacil recordó algunas otras mentiras absurdas urdidas por vecinos de la ciudad para rehuir sus obligaciones.
Por ejemplo, contó que un moroso, en un intento por impedir el acceso de los agentes a su domicilio, alegó sufrir agorafobia. Sin embargo, resultó que estaba completamente sano, era propietario de dos apartamentos, y uno de ellos estaba en proceso de ejecución hipotecaria.