Fotos: Javier Noceti | @javier.noceti

Llegó a su casa al hacer una pausa a su trabajo de mantenimiento de una propiedad que pertenece a su familia, pero que le está haciendo refacciones. "Háganme acordar antes de irnos que tengo que comprar más de estos tornillos", señaló. La vida de Daniel Martínez es más tranquila, luce una barba canosa, disfruta de su familia, de sus nietas, de andar en bicicleta, y está próximo a empezar una carrera universitaria. Sin embargo, el excandidato a la Presidencia por el Frente Amplio (FA) en las últimas elecciones nacionales estuvo recolectando firmas para habilitar el referéndum con el fin de derogar los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) y está dispuesto a dar debate en contra de esta ley, sobre todo en cuanto al articulado que refiere a Ancap.

En diálogo con Montevideo Portal, el dirigente frenteamplista habló sobre el proceso de autocrítica del FA, sus cuestionamientos al gobierno nacional, el rol de la militancia en el marco de la recolección de firmas, cómo ve lo que será el después de la pandemia y la situación en Cuba, entre otros temas.

Montevideo Portal: ¿Cómo es un día en su vida cotidiana hoy?

Daniel Martínez: Últimamente estuve trabajando muchísimo, sobre todo el último mes y medio, para juntar firmas, saliendo con gente amiga de los barrios 40 Semanas, Piedras Blancas, entre otros. También he participado en movidas de comités de base, estuve en varias ferias, de Colón, Nuevo París, entre otras. Parecía que estaba brava la cosa (...) el martes antes del jueves, que se entregaron las firmas a la Corte Electoral, entregué 70 firmas. Yo decía, con que haya 2.000 como yo llegamos. Fue un poco lo que pasó, iban cayendo uno tras otro. Cada tanto voy, sin prensa, sin fotos, a laburar en ollas populares, eso en cuanto a militancia, yo siempre creí en la militancia de base y en no burocratizarme como dirigente. Y me he anotado, no empecé, pero voy a hacer una licenciatura en Matemática en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República. Esa es una especie de deuda histórica que tenía conmigo mismo, porque entré a facultad trabajando. También trabajo en mantenimiento de algunas propiedades que tenemos en la familia. Por ahora el descanso del jubilado no lo conozco (risas).

MP: ¿Cómo vivió la recolección de firmas y qué sensaciones generó haber alcanzado la cifra de casi 800 mil adhesiones presentadas a la Corte Electoral?

DM: Yo decía que había que largarse, la pelea había que darla, pero en el medio de la pandemia juntar 670.000 firmas me parecía difícil. El esfuerzo era grande y había que pelear, y si morir hacerlo peleando. Aquella frase de "somos semilla" de (Ernesto) Cardenal que yo mencione lo es. Es como que hay una reserva. No solo los miles de militantes que están en grupos y comités de base todos los días, todos los años, sino una masa de gente que está latente, que fue la que salió cuando el balotaje y jugó un papel importantísimo. Ahora de vuelta. Me pasó que en los últimos días me topaba en una feria con cuatro personas juntando firmas, algo que no había pasado hasta los últimos 10 días, de gente haciendo cola para firmar. Fue una explosión. El hecho de que se pensara que no se llegaba incidió más, entre un montón de factores.

MP: Falta el proceso de validación, pero es probable que se llegue a las firmas. ¿Está dispuesto como dirigente político a debatir contra la LUC?

DM: Hoy no soy dirigente de nada, tengo una trayectoria y ocupe responsabilidades. Por supuesto, por supuesto, más que nunca. De repente uno agarra algunos temas. Yo he estado con compañeros de Ancap trabajando en ese tema y preocupado por los precios de paridad de importación, por cómo están marcados tienen algunos errores. Tal como nosotros decíamos, como yo dije muchas veces. "No se coman la pastilla muchachos, no es verdad", el Uruguay en general produce por debajo de los precios de paridad de importación porque en todos los países del mundo es más conveniente refinar en el lugar que importar, por una razón elemental que es que una cosa es que venga un barco con un millón de barriles de petróleo, se descargue y se refine en el país y salga a todos los puntos, a que vengan 50 barquitos, 10 con gasoil, 8 con súper especial (...) logísticamente eso es mucho más caro. Una cosa es pagar unos pocos dólares por barril por el petróleo, y descargarlo y refinarlo en el país, otra es que a veces cueste conseguir el producto que te falta, y que le falta a la zona (Argentina, Brasil), y lo tenés que traer de más lejos, por lo tanto, es más caro. Recuerdo perfectamente, cuando fui presidente de Ancap hubo 17 o 18 veces precio de paridad de importación y una sola vez estuvimos un poco por arriba de ese precio. La primera vez que aplican la LUC con los precios de paridad de importación y tuvieron que subir. Esas cosas está bueno que la gente las sepa y eso es lo lindo de haber logrado el referéndum, que vamos a discutir en serio. En 45 días más 30 días, 400 y pico de artículos, era casi imposible discutirlos en profundidad y con seriedad, algunos son complejos. Yo alguna vez en alguna charla intenté discutirlo, incluso con el propio presidente de la república. Hoy todo el mundo le está cobrando que dijo que no iba a subir los combustibles, la gente lo cuestiona porque no cumplió. Yo eso lo intentaba explicar, pero en medio de la campaña qué te va a escuchar, lo único que le importaba era darme palo (risas). Yo intenté explicarle, y creo que es bueno que se hable con la gente, que hay cosas que tienen una lógica irreducible.

MP: ¿Qué análisis hace de la situación sanitaria actual? ¿Hubo muertes evitables como planteó el FA en la interpelación a los ministros Daniel Salinas y Azucena Arbeleche?

DM: Creo que queda claro. Hubo un momento en el que Uruguay parecía un ejemplo en el mundo y después gente del exterior me escribía y me decía: "Bo, es espantoso lo que está pasando, es ridículo cómo habiendo estado tan bien dejaron que pasara esto". Que hubo algo que falló no se puede decir que no, sea por haber empezado un mes y medio, dos meses, tarde a vacunar, sea de repente por no haber tomado algunas medidas de limitación de la circulación. (Jair) Bolsonaro y (Donald) Trump demostraron que lo de ellos fue un desastre, ellos sí que tienen muertos para responder. El punto era un punto medio que acá se les corrió, tal vez existió el exitismo de que al principio iba tan bien. Yo lo digo en todos lados, no estoy para cobrar, creo que hubo muertes evitables. No tengo ninguna duda. Es difícil la situación de tomar ciertas decisiones para quien estuviera, tal vez algunos hubiéramos apostado más a la vida que a la economía, de repente. O el punto, que no hubiera estado ni en un extremo ni otro, hubiera estado en el cuidar la vida. A veces se pinta todo de rosa y no es rosa. Lo que sí está bien es que una vez que se consiguieron (las vacunas) ha ido bárbaro, lo que yo no tenía duda porque Uruguay tiene un sistema de salud muy desarrollado que se fortaleció durante los gobiernos del FA. El uruguayo en general es responsable, se cuida. Si bien se corrigieron muchas cosas (del sistema de salud) faltan otras, lo estudié cuando fui candidato y sé que hay mucho por avanzar. Tenemos un sistema de salud muy estructurado y una responsabilidad ciudadana que es muy interesante.

MP: Algunos dirigentes del FA, como Danilo Astori, señalan que "fue un error", el proyecto de la regasificadora de Gas Sayago. ¿Coincide?

DM: No estuve en el tema de Gas Sayago, porque cuando era ministro de Industria empezamos el cambio en la matriz energética, pero sobre todo hacia las energías renovables. Teníamos claro que las energías renovables solas, como no son permanentes y no tenés sol cuando necesitas y cuando hay demanda eléctrica, siempre es bueno que haya una parte de lo que se llama energía firme. Tener un porcentaje de la producción de energía basada en energía siempre disponible es importante. En aquel momento (cuando se discutía la regasificadora) se decía algo que parecía lógico, que dentro del fueloil, gasoil y gas natural el que contamina menos, y el que hay más recursos en el mundo y más posibilidades de conseguirlo más barato, era el gas natural. No era un disparate estudiar el tema, luego creo que a todos nos terminó sorprendiendo el desarrollo formidable de las energías renovables que logramos, que hace años somos exportadores de energía y energía renovable. Lo que producimos de energía de hidrocarburos es entre un 2% o 4% al año, que aparte lo exportamos. Me parece que no van a encontrar nada en la denuncia penal por Gas Sayago, que es puro ruido. Obviamente la realidad superó a los cálculos, porque los cálculos decían que se necesitaba más energía firme. La realidad parecería ser que tenemos tanta energía renovable que no sería tan necesaria. Eso era en base a modelos matemáticos, la realidad les pasó por arriba a esos modelos. No termino de ver lo que pasó, no me animo a decir "fue un error", pero la realidad marca que no era tan necesaria como parecía.

MP: ¿Cómo avizora la situación pospandemia y en qué haría énfasis a futuro?

DM: Feísimo. Sigo yendo periódicamente a ollas populares a cocinar, y trabajar, y uno ve en el entorno el decaimiento general de un montón de cuestiones, de la calidad de vida de la gente. Uno ve la angustia. Hay semanas que termino angustiado de recibir decenas de pedidos de gente que me conoce y me dice: "Pelado" o "Daniel, no tengo en qué laburar" o "hace seis meses que no gano un peso con mi trabajo, estamos comiendo en tal olla". Gente trabajadora que en estos 15 años había logrado comprarse la motito, algunos el autito, mejorado, y logrado ser una clase media en el límite y hoy volvió a los índices de pobreza. Ahí sin duda hay otra diferencia con el gobierno nacional, o sea, el Uruguay es de los países de América Latina que invirtió menos en la realización de políticas activas para contrarrestar el impacto económico y social de la pandemia. Es cierto, Uruguay tiene una estructura social muy desarrollada, que en buena medida se desarrolló durante los gobiernos del FA, pero lo cierto es que andamos junto con Honduras en la cola. Creo que en la calle se ve y en la angustia de la gente también se ve. Yo no soy de los que dicen que el FA ha hecho todo bien, le erramos en algunas cosas, con algunas decisiones o bajar un poco la pelota en algunos temas. No tengo dudas, es humano, pero si hay algo que queda claro es que se mejoró la redistribución de riqueza, las políticas sociales fueron un factor determinante, aparte de los Consejos de Salarios, y otros factores que incidieron mucho. Hoy entre la exclusión producida por el agravamiento de sectores sociales que habían tenido mejoras, más el problema de la educación a distancia, ya que hay un porcentaje de niños que no ha seguido bien las clases (...) Algunos es lógico, ya que no tienen conexión en la casa o no tienen computadora y cuando la tienen, porque el Plan Ceibal se las da, viven en casas donde hay cinco gurises con los padres en un dormitorio. Es necesario un apoyo, un seguimiento. La realidad es que hoy los que quedaron fuera del sistema educativo son los que el sistema necesitaba más que tuvieran las mejores condiciones educativas. Creo que hubo países donde parte de las políticas educativas del gobierno era asegurar la conectividad en lugares donde no había, para que aquellos gurises no quedaran sin conectividad, porque era a los que primero había que proteger. En Uruguay eso no pasó.

MP: ¿Está de acuerdo con la propuesta de adelantar inversiones previstas para más adelante?

DM: Todo lo que sean políticas activas para generar trabajo, dignificar la vida de la gente, todo lo que se pueda hacer estoy a favor. Aprovecho a recordar una experiencia que implica cómo se ve la política y qué sensibilidad se tiene desde la derecha y de la izquierda. Siempre se dice que los 15 años del gobierno del FA fueron de "viento de cola" y en realidad hubo tres años de "viento de cola", porque en setiembre de 2008 hubo una crisis hipotecaria, descalabro del sistema financiero internacional, las inversiones cayeron en todo el mundo. Me acuerdo el primer lunes después de que todo esto pasó, yo era ministro de Industria y Tabaré Vázquez en el gabinete empezó diciendo "el mundo está en una situación difícil, esto va a impactar, nosotros somos un pequeño país que no puede mover la economía del mundo, y por lo tanto vamos a sentir y sufrir este impacto. A cada uno les pido que empiecen a ver políticas contracíclicas y de fortalecimiento de la economía y de la calidad de vida de la gente, de inclusión social en sus carteras. Lo único que les transmito como criterio es que nuestra principal consigna en cada uno de nosotros es que los que tengan menos no sean los que paguen la crisis". Recuerdo con tanto orgullo haber tenido un presidente así, y miro hoy qué diferencia con lo que está pasando. Qué diferencia de sensibilidad humana, qué brutal.

MP: Lo llevo a la autocrítica del FA. ¿cómo vive ese proceso y en qué cree que se debe hacer énfasis?

DM: Cada uno agarra su libreto y sigue para adelante, o agarra su libreto y pone el acento donde cree que tiene que ponerlo. La pandemia tampoco ayudó, es un tema complejo. Algunos nos habían bajado a tierra faltando dos o tres meses para la primera vuelta, cuando un especialista nos dice que había 10% de chance que ganara el Frente. Eso me impresionó y en parte me condicionó, yo lo que hice fue dejar la vida, me maté, y me maté para el balotaje, dejé la vida. Que era lo que había que hacer, de repente estaba equivocado (el especialista), pero ante una situación que se pintaba así dije "dejemos todo en la cancha", que fue un poco lo que hice. Eso implicó a costa de las fuerzas personales estar en todo, y eso por suerte es lo que más la gente me reconoce en la calle, el esfuerzo, sacrificio, que uno puso. Para el balotaje fui acompañado de decenas de miles de frentistas que salieron hasta debajo de las piedras a pelearla y eso que alguna gente todavía no se explica, cómo la coalición, que hoy son gobierno, tendría que haber tenido 56% o 55% en el balotaje y tuvieron 48%. Fue muy simbólico. Hay otra gente que es más de buscar culpables personales, lo he dicho, es una suma de factores, en algún momento, de repente, se podrá discutir. Hoy no lo veo, creo que está muy enmarañada la cosa y hay cosas que no termino de entender ni de compartir. Lo he contado, cuando pasó lo de (Rafael) Michelini que se equivocó, y lo dijo o quiso decir otra cosa, yo creo en él, lo que me impresionó es no analizar lo que pasó y salir a tomar una decisión que de repente era correcta. Que él renunciara fue correcto, no digo que no, pero no salir un montón de gente por su lado, cada uno a opinar. Estamos en una etapa que se da, con él o cualquiera, donde habla (Yamandú) Orsi y algunos interpretan que lo que dijo está mal y habla (Carolina) Cosse y algunos interpretan que lo que dijo está mal o si hablo yo lo mismo, y todo así. El FA no son solo sus dirigentes, es esa masa increíble de gente que cuando tiene que salir a pelear y a lucharla la lucha. Eso es el FA y creo que esa gente va a marcar el camino. Muchos dirigentes están viendo que no podemos seguir así, que somos la unidad de los diversos, tal vez menos diversos que la coalición obviamente, pero unidad de diversos que tenemos sueños comunes. Tenemos matices, se pertenece a organizaciones políticas diferentes o se es independiente, es verdad, pero ganamos cuando sumamos todos. Por separado nadie es nada.

MP: ¿Es necesario un recambio generacional y definir bien los nuevos liderazgos?

DM: Creo que se viene dando de alguna forma, van apareciendo nuevos liderazgos. Creo que no va a ser fácil y pasa esto, uno saca la cabeza y siempre hay varios que en parte lo miran medio de costado, porque pasa que los grupos han pasado a tener una participación y un nivel de decisión. No soy el dueño de la verdad, lo miro en este estar adentro, porque soy frenteamplista, voy a morir frenteamplista y trabajando para el FA, apoyando a quien en las elecciones internas se decida, sea quien sea, me guste más o me guste menos. Yo voy a laburar y punto. Veo que hay una cuestión y este proceso todavía está costando, venimos de gente como (Líber) Seregni, (José) D´Elía, Tabaré Vázquez, José Mujica, Danilo Astori, gente muy pesada ellos solos. Veníamos de momentos de remar para subir, que no es lo mismo cuando llegaste y menos cuando bajaste. Casi no hay gobiernos de izquierda que hayan durado en elecciones democráticas más de 15 años en el poder, casi no existe. Entramos en otro período, tenemos que acomodarnos. Valoro ante todo a la gente, a ese pueblo que logró lo que fue el balotaje o ahora la juntada de firmas, creo que esa es la gente que va a impulsar y va a llevar al FA, esa es la que gente que determina que en el FA "somos semilla".

MP: En 2019 se habló de la situación en Venezuela y usted compartió con otros dirigentes del FA de que era una dictadura y se refirió al informe que presentó la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, que es Alta Comisionada para los Derechos Humanos.

DM: A mí me impresionó cuando leí el informe Bachelet porque sabía que Bachelet no era "anti Venezuela". De todas formas, me impacta que cuando gobernaban los partidos tradicionales convivieron con la dictadura de (Alfredo) Stroessner en Paraguay. Hay algunos que se decían amigos personales del régimen, las idas de (Luis Alberto) Lacalle padre o de (Julio María) Sanguinetti, y otros muchos, a Paraguay eran comunes como grandes amistades. Nunca los periodistas les preguntaban, "che. ¿y ustedes qué hacen siendo tan amigos de una dictadura que ha matado gente, se ha mantenido tantos años en el poder?". Ahora bien, cuando hay un país en América Latina, que es de izquierda, y de repente a los ojos de todo el mundy parece que fuera el único tema del que hablar, el tema más importante. Yo digo, no me embromen, no es lo más importante. ¿Por qué no era importante cuando algunos coqueteaban con Stroessner y ahora es importante? Que hay regímenes que han parecido de izquierda y terminaron gobernando más a la derecha en el mundo ha pasado, pasó en Perú no hace tanto. Y que hay gobiernos de derecha que son tremendamente democráticos lo hay, ahora bien, ¿tenemos que nosotros estar hablando especialmente? Por supuesto que la izquierda tiene que hacer análisis de procesos de izquierda que tienen desviaciones, pero que se convierta en un debate nacional no. ¿Por qué con unos sí y otros no? Quiero ser objetivo y tener un criterio democrático, porque la democracia no es buena cuando me sirve y me hago el sota si no. Yo firmé la carta sobre Nicaragua, al igual que "Pepe" (Mujica) y otra gente. No es que si favorece a la izquierda hay que pegarle o si favorece a la derecha tengo que defenderla, como parece ser en algunos. Dejá tranquilo a Venezuela o a Cuba, a quien sea.

MP: ¿Con Cuba también?

DM: También estaría bueno hablar de si es ético y moral permitir que el país más poderoso de la tierra (Estados Unidos) lleve 60 años de bloqueo a una nación de unos poco millones de habitantes. Es lo mismo. EEUU destruyó a un país como Irak con supuestas armas químicas que no existían y después se demostró que eran todo mentira. Los únicos que tienen credenciales para cambiar gobiernos son los pueblos de sus países, nadie más.