El crimen de Diego Fernández Lima, el adolescente de 16 años que fue apuñalado y enterrado en una casa en Coghlan, donde años después viviría Gustavo Cerati, tiene un sospechoso.

Los restos óseos del joven que fue visto por última vez el 26 de julio de 1984 fueron identificados esta semana después de que en mayo de este año obreros los encontraran en la casa, que fue propiedad de Marina Olmi, hermana de Boy.

Según informó La Nación, el asesinato del adolescente, que fue descubierto 41 años después, tendría un sospechoso: un excompañero de colegio de la víctima, cuya familia aún vive en la casa donde fueron enterrados los huesos —que con el tiempo se trasladaron al terreno en el que vivió el icónico músico—, de apellido Graf.

El nombre del nuevo sospechoso surgió después de que un excompañero de la víctima lo relacionara con el crimen. El hombre, que vive en Europa, se comunicó con el fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, después de leer la noticia sobre su amigo.

El funcionario judicial tomará este jueves el testimonio al hombre y al sospechoso del crimen. “Está claro que Fernández Lima fue asesinado. No sabemos si solo hubo un asesino. La intención, a partir de que ahora sabemos que en la casa donde fue enterrado el cuerpo vivió y aún viven integrantes de la familia Graf, es reconstruir lo que pasó hace 41 años”, dijeron las fuentes judiciales a La Nación.

Tras conocerse la identificación del cuerpo, habló el hermano del asesinado, Javier Fernández, quien en diálogo con el canal América brindó un duro testimonio sobre la búsqueda que había emprendido su familia.

“Necesito justicia por mi hermano, por mi papá, que se murió buscándolo, por mi mamá, por mi hermana y por mí”, dijo a América noticias“Tenía 15 años. ¿Qué hizo? No me entra en la cabeza. Era bueno, jugaba en Excursionistas. Iba al colegio, tenía un amigo. Era un pibe de 15 años”, sumó. Según su relato, le dijo a su madre que iría a la casa “de alguien” y después al colegio, pero nunca más volvió.

“En su momento, mi mamá y mi papá hablaron con la Policía… Interrogaron a todos los chicos del colegio. Mi mamá tiene 87 años y, a veces, pobre, no recuerda bien”, dijo después.

“Para mí pasó, como era saliendo de la dictadura, que lo chuparon, que estaba en la agenda de alguien, que era amigo de alguien y que lo chuparon. No había redes, había cuatro canales de televisión, no había cámaras. Mis viejos hicieron todo, mis primos, amigos del barrio... nos conocen todos y acá estamos todavía”, agregó también.

Este jueves, en diálogo con LN+, dijo que “aparentemente” la casa donde lo encontraron enterrado era donde vivía la familia de un compañero de colegio.