El fiscal Gilberto Rodríguez se encuentra llevando adelante una investigación a raíz de la denuncia realizada por los abogados del exsenador nacionalista Gustavo Penadés contra la fiscal Alicia Ghione, extitular del caso, por una presunta omisión de denunciar delitos cometidos por Jonathan Mastropierro.
El magistrado citó a varios testigos para que den su testimonio sobre el accionar de Ghione durante el caso que investiga a Penadés. Entre ellos estuvo el propio Mastropierro, que fue uno de los que se presentó como denunciante del exlegislador, quien negó que ella haya tenido acceso a su celular.
Según consignó Telenoche (Canal 4), el joven aseguró que la magistrada “se reunía con los denunciantes en un restaurante antes de ir a declarar” y que, de haber revisado su teléfono, lo “hubiera denunciado” porque “es su obligación”.
Otra de las personas que declaró como testigo fue Agustina Santos, fiscal adscripta de Estupefacientes que trabajó como colaboradora de Ghione desde julio de 2024. Según su relato, existió “preocupación” de Ghione sobre la solidez de las pruebas.
La ayudante afirmó haber escuchado las declaraciones de Romina Celeste Papasso, Mastropierro y los testigos protegidos y aseguró que, dentro del equipo fiscal, se analizó la posibilidad de no presentar la de los primeros dos por “un tema de credibilidad”.
“No se sabía si en un juicio se lo iba a condenar por los delitos que ellos presuntamente decían que Penadés habría cometido sobre ellos. Yo entiendo que era una cuestión de credibilidad, de si, en un juicio oral, el juez iba a sostener que esas declaraciones eran creíbles o no”, relató.
Ghione extendió su licencia médica hasta el 24 de setiembre y ya no es más la titular del caso que investiga los presuntos delitos sexuales contra menores cometidos por Penadés. La fiscal que quedó a cargo es Isabel Ithurralde, que fue quien tomó todos sus casos durante su baja por estrés.
La denuncia radicada por los abogados del exlegislador, Laura Robatto y Homero Guerrero, se basa en que Ghione habría tenido en su poder el celular de Mastropierro, dispositivo que contenía fotos y videos que configurarían “gravísimos delitos de naturaleza sexual” cometidos por él.