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Política

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Carmen Beramendi: Sería “tremendo desafío” presidir el Frente Amplio con Fernando Pereira

La directora de Flacso y asesora de Carolina Cosse busca apoyos para que una fórmula paritaria presida la coalición de izquierda.

08.09.2021 17:23

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2021-09-08T17:23:00-03:00
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Por Nicolás Delgado

Carmen Beramendi aceptó a los 71 años aceptar la postulación a la presidencia del Frente Amplio (FA). Es licenciada en psicomotricidad por la Universidad de la República, investigadora y docente en género y políticas de igualdad, además de directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

En setiembre del año pasado fue declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo, y unos meses después asumió como asesora de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse. Más atrás en el tiempo, entre 1990 y 1995, fue diputada de Montevideo electa por el Partido Comunista y luego, entre 2005 y 2010, directora deL Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

“No me gustaría ser la presidenta (del FA), sino la presidenta con un presidente, pero los dos en las mismas condiciones”, dijo Beramendi a Montevideo Portal.

En paralelo a su trabajo para conseguir apoyos para que una fórmula paritaria presida a la coalición de izquierda, intenta implementar el proyecto para el que la convocó Cosse: la estrategia por el derecho a una alimentación saludable. “Hoy una élite del pueblo uruguayo llegamos a una alimentación saludable, por consciencia de que comemos chatarra y porquerías, o por situación económica. Pero el derecho a una alimentación saludable o adecuada, como la llaman los especialistas, supone tres componentes: cómo se produce, cómo se distribuye y cómo se accede. La estrategia que estamos desarrollando propone acciones en esos tres componentes”, explica, como preámbulo.

¿Por qué le interesa presidir el Frente Amplio?

Creo que es muy importante el desafío de poner la mirada mucho más lejos de lo que la estamos poniendo, porque siento que es el proyecto político más transformador que ha tenido nuestro país en el sentido que yo quiero, y porque creo que es necesario trascender ese pensamiento que muchas veces ha estado vinculado en los programas a períodos de gobierno, y no necesariamente con la mirada puesta en el sueño y la utopía, que fue lo que muchas veces movilizó, entusiasmó y enamoró a muchos, el comienzo del Frente Amplio.

Hugo 15años de gobierno en los que se hicieron muchas cosas bien y también se cometieron errores. Es imposible que eso no ocurriera.

Esto de trascender en términos de pensamiento en el tiempo es una cosa que me desafía fuerte: recuperar la utopía, el sueño, el sentido.

¿Qué errores cometieron los gobiernos del Frente Amplio?

Partimos de una concepción de las desigualdades que apuntaba a la reducción significativa de la pobreza extrema, que fue el desafío inicial. Es una inmoralidad de la sociedad seguir conviviendo con la pobreza extrema sin que pase nada. Me parece una cosa tremenda que podamos vivir al lado de gente que está pasando hambre. En la zona donde yo vivo, pasa. Eso te obliga a repensar el Uruguay. La utopía tiene que ver con las necesidades básicas resueltas para el conjunto de la población. No puede haber niños con hambre, niños sin casa. Entonces, siento que hicimos un esfuerzo grande, que estudiamos mucho la pobreza, comprendimos que la pobreza no es solo la escasez de recursos, y se incrementó el ingreso de los trabajadores, pero se puso escasísimo foco en la riqueza. Y yo estoy absolutamente convencida que los niveles de riqueza que existen en Uruguay son obscenos; una obscenidad desde el punto de vista político.

Danilo Astori propuso gravar los depósitos de los uruguayos en el exterior. ¿Se refiere a eso?

Estamos hablando de eso. Me gustaría que el Frente tenga como medida que cada acción que hace contribuya a disminuir la desigualdad. Cuando digo desigualdad, no me refiero solo a la económica, aunque está primera y en el centro, porque es determinante. Las desigualdades tienen que ver con acceso a servicios, con territorios, con los lugares donde habitar, tienen que ver con posibilidades o no de acceder a la cultura. Es muy fuerte en la sociedad uruguaya la distancia que hay entre unos que accedemos a los bienes culturales y otros que no.

¿Dónde vive?

Vivo en La Colorada, Montevideo oeste, una zona en la que habitan chacreros, entre Punta Espinillo y Pajas Blancas.

Fue precisamente el comité Quique Barloco de Pajas Blancas el que propuso su candidatura a la presidencia del FA. Luego, La Lista Amplia, el sector que integra y que se creó en apoyo a Carolina Cosse, resolvió respaldara Gonzalo Civila, el secretario general del Partido Socialista, y habilitar su postulación. ¿Cómo valora la decisión de La Lista Amplia?

Prefiero pararme desde la decisión que tengo de asumir la precandidatura desde un comité de base. Que La Lista Amplia me haya habilitado fue algo que yo misma busqué y traté que fuera de esa manera. Por lo tanto, ocurrió eso que había buscado, y prefiero pararme en esto, que es la única candidatura que sale de un comité de base. El resto son acuerdos de sectores. Hay un sentimiento complejo en eso, en muchos frenteamplistas.

¿En qué sentido?

En el sentido de los acuerdos cupulares que llegan a consenso. Yo soy una mujer de consensos. Me gustan mucho los consensos, pero creo que los consensos no pueden eludir el conflicto. He llegado a muchos consensos en los que el conflicto se explicitaba, en el movimiento sindical y la academia, porque mi trayectoria ha sido diversa. Soy de las que pienso que cuando existe un conflicto hay que explicitarlo. Y creo también que el consenso evidencia también una correlación de fuerzas; no es que quedamos todos contentos. Supone que hay algunos que cedemos y otros que llegan. No puede pasar que el consenso solo exprese una correlación de fuerzas políticas más potentes que otra.

Su postulación parece pretender evidenciar ese conflicto y que hay otras voces.

Hay otras voces y otras tensiones.

¿Cuáles son esas tensiones?

Por el ejemplo, en el relacionamiento con la sociedad civil organizada. Yo siento que hay un buen puente establecido con el Pit-Cnt, y me parece que en eso hay un espacio fuerte de articulación y me parece muy bien que lo haya. El Pit-Cnt puede parar el Uruguay; el movimiento feminista, no. El movimiento feminista, que tiene miles en la calle, no hace paro. En todo caso hace paro un día al año para evidenciar todo lo que pasaría en el mundo si no estamos las mujeres. Pero el movimiento feminista es portador de la palabra, de todas las luchas y las calles. Éramos muy pocas inicialmente en Uruguay las que expresábamos ese movimiento y hoy son miles de miles de mujeres jóvenes. Esa es una tensión fuerte.

¿Considera que el Frente Amplio le da mucha más atención hoy a lo que dice el movimiento sindical que a lo que plantean los movimientos feministas?

Sí. Tiene que ver con una concepción del Frente Amplio, que tiene raíces profundas del marxismo, arraigadas en la izquierda uruguaya. Yo también vengo de ese palo. Si bien tuve una formación de jovencita vinculada a la Teología de la Liberación y cristiana, después me formé mucho en esa matriz marxista, para la que la sociedad está dividida en clases. Y yo no digo que eso no sea. Lo que digo es que hay dimensiones de la desigualdad que no son agregados o subsidiarias a la principal; que son tan importantes como la principal. (Friedrich) Engels lo dijo con mucha claridad: la primera opresión que vivió la sociedad fue la del hombre hacia las mujeres. Entonces me parece que se ha puesto mucho la atención en eso, y escasamente en un movimiento fermental, revulsivo, transformador.

Y en ese escenario, La Lista Amplia, que se posicionaba como un sector feminista e impulsaba la candidatura de una mujer (Cosse), opta por Civila en lugar de elegirla a usted. ¿La sorprendió?

Me sorprendió. Yo no conocía esta decisión de acompañar a Civila. La conocí casi de simultáneo. Dos días antes había aceptado la candidatura propuesta por un comité, y la había aceptado con total tranquilidad, porque me entusiasmó la idea. Quiero decir algo: me reencontré con un FA juntando las firmas que no es solo el FA de la estructura. Y eso es otra tensión. Es el FA que no está en el comité de base y se puso al hombro las firmas y también trabajó con el comité de base. El FA es ejemplo en la articulación entre la coalición y el movimiento, y lo miran todos los países de América Latina, pero creo que se debería profundizar lo del movimiento. Realmente esa construcción del movimiento es clave. Y no estoy oponiendo base a sectores, porque los sectores también tienen problemas con sus propias bases. Los sectores a veces tienen escasísima discusión con sus bases, por lo que hay un tema democrático que hay que profundizar.

¿Habló con Cosse sobre por qué La Amplia no apoyó su candidatura?

No.

Cuando Casa Grande resolvió apoyar la candidatura de Daniel Martínez, se alejó del sector liderado por Constanza Moreira y se integró a La Lista Amplia. ¿Sigue allí?

Participé de los dos plenarios (de La Lista Amplia) pero me fui de la dirección hace un mes, porque entendí que la opción de militar territorialmente me había dado un oxígeno y una alegría para vivir de nuevo que no la comparo con ningún otro espacio. En realidad, voy a seguir trabajando desde el sector en el que esté, pero no desde la dirección.

Cuando Cosse fue electa intendenta y se empezó a definir quién ocuparía su banca en el Senado, usted era su primera suplente, pero terminó cediendo. ¿Cosse le pidió que le dejara el lugar a Silvia Nane?

Cosse me pidió que la acompañara en la Intendencia porque me precisaba allí. Me dijo: “Preciso un perfil como el tuyo; me resulta imprescindible”. Yo creo al igual que ella que una de las batallas más importantes se está jugando hoy en la Intendencia de Montevideo.

En principio parece más importante el cargo de senadora que el de asesora de la intendenta.

Yo pienso lo mismo en términos de jerarquización del lugar. Sin embargo, cuando sos un ser político, y yo soy una mujer política, estás en función de decisiones políticas que algunas veces las llevás con alegría y otras veces… Yo el liderazgo de Carolina no lo discuto y por lo tanto para mí la decisión de Carolina de ir en esa dirección me pareció una cuestión interesante, y cuando además vi que podía meterme con el proyecto de alimentación saludable, que había trabajado en la campaña, con temas del Montevideo rural, también me generó entusiasmo.

Hoy aparecen varios posibles candidatos a la presidencia del FA de cara a las elecciones del 5 de diciembre: Civila, Fernando Pereira, Ivonne Passada y usted. Por los apoyos que ha recogido Pereira, ¿considera que su candidatura es testimonial y simbólica, o corre con chances?

No es testimonial. Yo voy a jugar para llegar a ser presidenta del FA. Se colocó mi nombre el viernes pasado y estamos a martes. Estoy asombrada con lo que está pasando, con las adhesiones de mujeres de todo el territorio y no solo de mujeres. Yo dirigí una facultad durante mucho tiempo y hay mucho estudiantado que me reconoce, que me aprecia, y entonces mi idea es llegar a una presidencia paritaria. No me gustaría ser la presidenta, sino la presidenta con un presidente, pero los dos en las mismas condiciones.

¿Eso es posible?

Es un tema de correlación de fuerzas. Sería super novedoso para Uruguay y la región.

¿Lo habló con Pereira?

No.

¿Le interesaría presidir el FA junto a él?

Sí, y me parecería tremendo desafío.

Por Nicolás Delgado