Miguel Martins Pita Costa, de 5 años, murió en la noche del sábado luego de recibir numerosas heridas de arma blanca. Según informaron medios locales, el pequeño se habría interpuesto entre su madre y su padrastro, cuando este último intentaba matar a la mujer.


La madre del niño sufrió heridas de cuchillo y cayó por la ventana, siendo hospitalizada. Todavía no está claro si se arrojó para huir del agresor, o si este la lanzó hacia la calle. Finalmente, el perpetrador salió por la misma ventana, se propinó varias puñaladas y se lanzó a la vía pública. También fue hospitalizado.


El trágico episodio ocurrió en la noche del sábado en la localidad de Santo Antonio de Jesús, a 1480 kilómetros de la ciudad de Salvador de Bahía.


El doctor Lino Oliveira, coordinador de la policía técnica local, dijo a la emisora Voz de Bahía que el cuerpo estaba cubierto de sangre y que presentaba varias heridas de arma blanca, que serían contabilizadas luego, en las pericias de rigor.


Con la madre hospitalizada y en estado grave "la abuela materna es la encargada del reconocimiento para la liberación del cuerpo y está proporcionando toda la documentación para el proceso. Las víctimas son de la ciudad de Salvador, donde se enterrará el cuerpo del niño".


La madre del pequeño fue identificada como Manuela Silva Costa Martins, de 29 años y de profesión docente. El agresor se llama Edilton Junior, y su edad no fue divulgada.


Según los informes, el niño se habría interpuesto entre su madre y su padrastro cuando este último intentó matarla, recibiendo varias heridas.

 

Oliveira señaló la necesidad de esperar a contra con más información antes de hablar de un brote psicótico o cualquiera que haya sido la motivación de la agresión.


"Es uno de los vectores más probables para alentar esa barbarie. Primero, uno debe saber las razones por las cuales una persona ataca brutalmente a una mujer y un niño. Entonces se necesita saber en qué estado está, drogado o bajo la influencia del alcohol. También podría estar en un estado totalmente deprimido y esta depresión habría tomado las riendas, el control de las emociones ", agregó.

Con largos años trabajando como experto técnico, el forense Lino Oliveira reconoce que los crímenes que involucran a niños le resultan aterradores: "Soy perito desde 1999 y crímenes como estos me ponen extremadamente triste, son niños, indefensos. No tienen maldad ni representan amenaza alguna, y son víctimas de situaciones atroces. Me siento angustiado sólo de imaginar lo que pasó ", dijo.

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