Todo comenzó con una funcionaria municipal de la Intendencia de Artigas que había trabajado —según su recibo de sueldo— 196 horas extras en diciembre de 2022, y 53 en días feriados (cuando el único feriado de diciembre es el 25). Solo por horas extras, la funcionaria Stéfani Severo había cobrado 120.000 pesos, cuando su sueldo nominal es de 45.000. Según estimaciones, la entonces trabajadora de Recursos Humanos de la intendencia artiguense debía haber trabajado más de 17 horas por día ese mes… y no haber sido internada por un surmenage.

O mejor dicho: todo comenzó en enero, con una viralización en redes sociales del recibo de sueldo delator de esa funcionaria.

Solo unos días después se conoció otro recibo de sueldo de la misma funcionaria. Era el de noviembre: se le habían contabilizado 209 horas extras, aunque eran menos las extras los feriados: 39. Por concepto de horas extras —más allá de su horario habitual— había cobrado 89.211 pesos.

Mientras la agenda de los medios nacionales se sacudía con la noticia, publicada en El País, en Artigas nadie parecía escandalizarse. Para colmo, los ediles de la oposición sumaban estos dos recibos suculentos a la molestia que sumaban por la celeridad de una autorización del intendente a una solicitud para ocupar un terreno municipal en una muy buena ubicación. La solicitante era Christian Elizabeth Severo, hermana de Stéfani, la funcionaria tan trabajadora. Pidió ocupar el terreno el 22 de julio y la solicitud fue aprobada el 1º de agosto, sin mayor demora.

Lo curioso es que Stéfani era (es) la pareja de Rodolfo Caram, entonces secretario general de la Intendencia, y primo del intendente Pablo Caram. Y Christian Elizabeth es, entonces, cuñada de Rodolfo Caram.

Estos dos hechos, a la vista vinculados por lazos familiares, llevaron a que ediles de la oposición convocaran una sesión extraordinaria en la Junta Departamental de Artigas. La sesión se celebró, pero el intento de crear una comisión investigadora se vio frustrado cuando los ediles nacionalistas pidieron un cuarto intermedio y nunca volvieron.

Desde entonces, el clima político en Artigas ha tomado temperatura, y está más caliente que las bochornosas tardes artiguenses en plena ola de calor. Para esta nota, dirigentes de la oposición, pero también del oficialismo, dijeron que el departamento es una “republiqueta”, hablaron de “dos intendencias paralelas” y hasta de una “mini dictadura”.

Los recibos de la indignación

Fue promediando enero que los ediles Daniel Argañaraz (Partido Colorado) y José González (Frente Amplio) se enteraron por redes sociales de un recibo de sueldo bastante abultado, sobre todo por las horas extras de la funcionaria. “Ahí empezamos a investigar si ella cumplía horarios o cómo era, para ver si esas horas eran justificadas. Eran 120.000 pesos de horas extras solo en un mes (diciembre) y más de 180.000 pesos en total. Con la cantidad de préstamos que tenía en diferentes instituciones bancarias, la pregunta era: ¿cómo le pueden dar a una persona —con equis sueldo básico— la cantidad de préstamos que tiene? Con su sueldo era imposible, solo que recibiera un monto enorme por concepto de horas extras”, dijo el edil colorado.

Haciendo cálculos propios, sumando ingresos y restando egresos, Argañaraz calculó que eran 250 las horas extras supuestamente realizadas en diciembre. Debía haber trabajado dos tercios de un día entero, cuando su carga horaria habitual es de seis horas diarias.

“Resulta imposible sostener que pueda existir documentación que respalde tal liquidación de haberes. No conozco ninguna norma jurídica que autorice a un empleador público o privado a tener un funcionario o empleado a que trabaje durante 17 horas en su lugar de trabajo”, sentenció el abogado Braulio Gil De Vargas en Radio Cuareim, quien trabajara 34 años en la división Jurídica de la Intendencia de Artigas y es experto en gobiernos locales.

Buscaron otro recibo de sueldo, lo consiguieron y también se viralizó. Era el de noviembre y empeoraba la cosa: “En noviembre fueron 209, en diciembre 196, y en junio otras 143 horas extras”, agregó. Es más, según Argañaraz, extraoficialmente pudo saber que muchas de esas horas extras fueron en días feriados. Por ejemplo, el 1º de mayo de 2022, que además fue domingo, trabajó “o al menos firmó” por 10 horas extras, cuando su oficina, la de Recursos Humanos, estaba cerrada. El 2 de noviembre de 2022 trabajó 11 horas extras, y lo mismo había acontecido el anterior Día de los Difuntos, el de 2021. También tuvo más de una decena de horas extras el 18 de julio y el 12 de octubre. “Todos feriados ‘trabajados’ por ella, cuando la Intendencia estaba cerrada”, apuntó el curul de la oposición.

Y cuando la Intendencia cerraba a las 18 horas, ella había marcado tarjeta a las 18:11, 18:20 o 18:23. Era, por lo menos, raro.

Pero no terminaba todo ahí, porque la hermana de esa funcionaria sospechada, también funcionaria municipal, contó con un espaldarazo de la Intendencia. Sigue González, edil de la lista 2010 de una agrupación local del FA: “Tuvimos la información de un terreno que se le adjudicó en tiempo récord a la hermana de esa funcionaria; en una semana lo tuvo. Ella solicitó ocupar ese predio municipal, que estaba desocupado. Ahí rompieron todos los esquemas, porque se estipula que eso está previsto para personas que ya tienen antecedentes en residir terrenos municipales. Pero si no estás viviendo ahí, en una casa, no podés”.

Las hermanas Severo eran, a la sazón, pareja y cuñada de Rodolfo Caram, entonces secretario general de la Intendencia de Artigas. Lolo, como todos lo conocen, es primo hermano del intendente.

Continúa Alfredo Simón, periodista y editor de TodoArtigas.com: “Salta la bomba del recibo de sueldo, y la oposición en la Junta Departamental explotó. Empezaron a presionar, más que nada por los medios, y lograron que se realizara una sesión extraordinaria por el tema de las horas extras y también por el terreno municipal cedido por los Caram a la cuñada de Lolo”.

Dice González, el edil frentista, que la autorización de la ocupación del terreno municipal a Christian Elizabeth Severo fue firmada por los dos primos Caram. “No convence a nadie que Rodolfo, el cuñado, no tuviera conocimiento de eso. O es un inepto que firma cualquier cosa”, opinó.

El 10 de febrero se realizó una sesión pintoresca. La oposición pretendía crear una comisión investigadora para estudiar las posibles irregularidades. “Pero la comisión no se creó, porque el Partido Nacional pidió un cuarto intermedio y no volvió a la sesión. No volvieron más, no hablaban, nada. Se escondieron. Quedó en la nada esa comisión. La oposición pataleó, reclamaron por los medios, pero nada. Y no tenían los votos para formar la comisión investigadora”, narró Simón.

El testimonio de David Da Costa, edil nacionalista, es el de alguien que jugó el papel de caballo de Troya. Da Costa, además de edil del riñón de los Caram, conduce un magazine radial y tiene una banda que interpreta diferentes géneros musicales.

Contó a Montevideo Portal cómo fueron esos días en los que pasó de ser aliado a enemigo. “Cuando salió todo a la luz, nos llamaron antes Lolo, Pablo y Valentina [Dos Santos, diputada por Artigas] para pedir que los ‘cuidáramos’, que los ‘apoyáramos’. Y yo les dije: ‘¿Apoyar lo qué? ¿Cuidar lo qué?’. Yo les dije que para defenderlos necesitaba argumentos, y no había. Lo que dijo después Emiliano [Soravilla, hoy secretario general tras la salida de Rodolfo Caram] en conferencia de prensa no convenció a nadie. Yo necesito argumentos para que quede claro que la chica en cuestión lo ‘jopeó’ al intendente, pero no apareció nada, hasta el día de hoy”.

Los voy a jopear, los voy a jopear

El 1º de febrero, el intendente Pablo Caram dijo en el programa 12 PM de Azul FM que la funcionaria bajo la lupa por las horas extras había “jopeado” a su jefa en Recursos Humanos, y a él mismo.

Por esos días de comienzo de febrero, un dirigente nacionalista local le pidió al jefe comunal en un audio —que después se pasó de celular a celular en todo el departamento— “cortar de raíz” con “el Lolo”, aunque sea su pariente, porque “dejaba mucho que desear” y dejaba mal parado al Partido Nacional en Artigas. En un audio de respuesta, Pablo Caram le reconoció que la estaba pasando mal y terminaba diciendo: “Voy a cagarlos a todos”. No quedó claro a quién se refería.

Pues bien, con esos insumos, un locutor, músico (y también funcionario municipal), Ricardo Moraes, grabó una canción de música tropical que bautizó “La cumbia de la jopeada”. “Por culpa de un recibo, se vino una explosión, en mi pueblito tranquilo, se olfatea un negoción. La esposa de un confianza trabajó de sol a sol. Los domingos y feriados, viernes santo y ¡qué sueldón! Pero el jefe de los blancos, que se había ido a descansar, en una radio amiga dijo: ‘¡A todos los voy a cagar!’. Los voy a jopear, los voy a jopear, a todos los voy a jopear”, canta en el estribillo.

Da Costa seguía siendo un soldado solitario enfrentándose a sus correligionarios. Dice que él mismo le advirtió al intendente: “Pablo, vos tenés que tomar medidas”, y el intendente le prometió que lo haría. Según el edil blanco, sus compañeros de la junta le reconocen, en privado, que lo que pasó con las dos funcionarias municipales (las hermanas Severo) “es una vergüenza” y dicen que “no se puede tapar el sol con un dedo”, pero “frente al clan Caram —porque son varios los miembros de la familia con cargos— se callan la boca y se arrodillan”.

Volvamos al 10 de febrero: horas antes de la sesión extraordinaria en la Junta, Valentina Dos Santos y los primos Caram les pidieron a sus ediles el respaldo ante los medios locales y nacionales. Da Costa pidió la palabra y se opuso. Dijo que la propia bancada nacionalista debía crear una comisión investigadora y el intendente debía concurrir si era llamado a sala. “Mis compañeros ediles me crucificaron. Llegó la sesión y mi postura fue la misma. Después votaron negativamente, pidieron un cuarto intermedio y se fueron, no volvieron”, narró.

El edil contó el diálogo que mantuvo con el intendente: “Pablo, propongamos nosotros la investigadora. Quedamos bien con la gente, se investiga y si no existe nada irregular, quedamos bien nosotros”. “No, porque van a saltar otras cosas”, dice que le contestó Caram. Concluye David Da Costa: “Bueno, entonces hay otras cosas, porque si vos te querés esconder es porque hay cosas que no querés que se sepan. Es dos más dos”.

A la hora de votar la comisión investigadora la oposición sumaba 11 votos: siete del FA, dos del Partido Colorado, uno de Cabildo Abierto y el voto “rebelde” de Da Costa. Ahí fue cuando los blancos pidieron el cuarto intermedio, para no volver. Hubo una reunión en un despacho de ediles blancos. Uno dijo que había que “convencer” a Da Costa para que desistiera de su postura; otro fue más drástico y dijo: “Qué convencerlo… ¡Hay que obligarlo! ¿Quién se cree que es?”. No habían visto que el aludido estaba al fondo de la sala. Pidió la palabra y la discusión tomó dimensiones. Un rato después, Da Costa estaba fuera del grupo de WhatsApp de los ediles nacionalistas.

Ese día se confirmó una medida que, de todos modos, el edil venía padeciendo desde hacía dos años: “No se hace nada que pida David”. La orden, según él, la dio Valentina Dos Santos, diputada nacionalista y expareja de Da Costa durante un año, en una relación que no terminó bien. ¿Pero qué tiene que ver Dos Santos con la rutina de la Intendencia, si ella es representante nacional? Según los consultados para esta nota, todo.

Ella, coinciden, es la que manda en Artigas.

La intendenta

“Valentina Dos Santos es la verdadera intendenta de Artigas. Ella dice qué se hace y qué no se hace”, dijo el editor de TodoArtigas.com, Alfredo Simón. Según el periodista, su familia está muy bien económicamente, producto de los negocios agropecuarios, y su padre, Jorge Dos Santos, es quien financió la campaña electoral del hoy intendente Caram.

Pero ella es la señalada por varios consultados para este informe como la tomadora de las grandes decisiones en la Intendencia. Y su hermano, Mauricio, es su suplente en el Palacio Legislativo, adonde la titular concurre poco.

De todos los diputados, es la que tiene más inasistencias al Parlamento, insistieron varios consultados. “Está todo el tiempo en la Intendencia. La veo entrar y salir porque trabajo en la radio que queda enfrente”, aseguró el edil nacionalista (y todavía caramista, en los papeles) Da Costa.

“Ella es la que tiene la palabra final en muchísimas cosas en la administración de Pablo Caram”, dijo el periodista Simón. “Ella usa las oficinas de la Intendencia para reuniones por el departamento, y ella misma lo publica en redes”, agregó.

“Es la que corta el bacalao, es así”, coincidió José González del FA. “Es la más faltadora del Parlamento, pero acá atiende en el despacho de su tío el intendente”.

Según se puede chequear en la web del Parlamento, Dos Santos tiene un magro 67% de asistencias: concurrió 97 veces en un total de 145 citaciones, 44 fueron faltas con aviso (31%) y otras cuatro veces sin aviso; y 36 veces no fue citada por haber pedido licencia. Es la diputada que concurre menos a trabajar al Parlamento entre los 99 diputados titulares. Otros representantes tienen un porcentaje menor de asistencias: 50%, pero fueron citados apenas dos o cuatro veces, por ser suplentes.

En el medio, Valentina Dos Santos durante la instalación de la bancada bicameral femenina, en marzo de 2020. Foto: Gastón Britos / FocoUy

En el medio, Valentina Dos Santos durante la instalación de la bancada bicameral femenina, en marzo de 2020. Foto: Gastón Britos / FocoUy

Daniel Argañaraz, del Partido Colorado, afirma: “Ella es la intendenta. Es la que manda, manda y desmanda”.

“Ella no presentó ningún proyecto de ley en 2022 y es la que tiene más faltas al Parlamento, porque pasa acá, en la Intendencia. Ella intercede en cosas de la Intendencia. Habla con el intendente, el tío, para que le den grado 5 a algunos mimosos de ella, como maquinistas o choferes. Habló para que les aumentaran el grado. No digo que esté mal que se les aumente el grado, sino que ella no debe meterse en las cosas de la Intendencia. Es representante nacional; el escalafón de funcionarios municipales no le compete. Mientras hay enfermeras de policlínicas barriales, que trabajan todos los días, y la Intendencia no las ha tomado, les paga la comisión de vecinos porque la intendencia no tiene dinero para pagarles. Pero sí hay plata para pagarles horas extras a otros mimosos”, dice el edil colorado, que se basa en un audio que circula y cuya voz parecería pertenecer a Dos Santos.

El periodista Simón coincide en señalar el poder desmesurado que tiene la sobrina del intendente y diputada nacional en las decisiones de la jefatura departamental. “Ella dice: ‘Este no me gusta, correlo’, o ‘para este sector hay 200 horas extras, repártanse entre ustedes’. Ella manda. ¡Es una republiqueta!”, exclamó.

Da Costa, edil blanco y quien trabajó para los Caram y la propia Valentina Dos Santos Caram, tiene un matiz con los que sostienen que la diputada es la verdadera intendenta. Él sostiene que en Artigas “hay dos intendencias paralelas”. “Una la maneja Pablo Caram y otra que maneja Valentina. Pablo sabe el 60%; del otro 40%, Pablo no tiene ni idea de lo que pasa en la Intendencia”, añadió, avalando de algún modo la teoría de que “lo jopean”.

“Acá hay como una mini dictadura”, afirmó.

La diputada Valentina Dos Santos no contestó a ninguna de las solicitudes para este reportaje.

De 15 a 50 funcionarios con horas extras sospechosas

“Stéfani Severo no es la única. Esto lo han dicho referentes locales y jerarcas nacionales”, dijo el periodista Alfredo Simón. Se refería a la ministra de Vivienda, Irene Moreira, oriunda de Artigas. Al saber que la funcionaria había cobrado un mes 180.000 pesos nominales, teniendo un salario habitual de 45.000, la ministra dijo el 1º de febrero: “Evidentemente esto no cierra; acá ha habido algo. O hay un cero de más o hay otras manos que han actuado”.

“Cuando uno está manejando dinero ajeno, vaya si tendrá que ser mucho más cuidadoso. Porque este sueldo, estas horas extras que están siendo pagadas para esta funcionaria —y quién sabe si no hay más funcionarios que están en esta misma condición— esto lo pagás tú que me estás escuchando”, dijo la dirigente cabildante en Radio Cuareim de Artigas.

“Si acá hubo un mal uso del dinero público, acá tienen que caer el funcionario o los funcionarios que actuaron de manera indebida. Nos han dicho que este no es el único caso, que hay otros casos más. Nosotros queremos ir al fondo de esta situación. Queremos saber exactamente cómo están administrando nuestro dinero, porque este es dinero de todos. Esa es la posición de Cabildo, no acepta las corrupciones ni ningún tipo de maniobras”, sostuvo Moreira.

Irene Moreira, ministra de Vivienda. Foto: Javier Noceti / Montevideo Portal

Irene Moreira, ministra de Vivienda. Foto: Javier Noceti / Montevideo Portal

Según coinciden los entrevistados para esta nota, Irene Moreira no está mal rumbeada. Algunos estiman que “hay unos 50” funcionarios municipales con más de 100 horas extras por mes; otros, más cautos, dicen que son entre 10 y 15.

El edil Argañaraz es uno de los que tiene el dato de que “hay muchos funcionarios que tienen una cantidad sumamente importante de horas extras”. “Hay que ver si las trabajaron o no, hay que ver las planillas, los registros de entradas y salidas, si están justificadas o no”, dijo.

Para eso, el 7 de febrero envió una nota apelando a la ley de acceso a la información pública, preguntándole a la Intendencia de Artigas por la situación laboral de unos cuantos funcionarios: a cuánto asciende su salario nominal, si cobran compensaciones, si hacen horas extras y cuánto han cobrado por ellas, si hay planillas con las entradas y salidas y cuántos funcionarios hay con grados del 7 al 10. 

El pasado 9 de marzo venció el plazo de la Intendencia para contestarle al edil Argañaraz, y este nunca recibió respuesta. La Intendencia podía pedir una prórroga, si estaba bien fundada la solicitud. Pero ni siquiera pidieron más plazo para contestar. Al cierre de la edición de esta nota, Argañaraz estudiaba sumarse a la denuncia en Fiscalía que presentó el Frente Amplio (FA).

“Yo tengo información —material— de funcionarios que no firman nunca, ni entrada ni salida, ni en 2021 ni en 2022. Son reyes. Son los mimosos de la administración. Y todos con una cantidad importante de horas extras”, dijo Argañaraz.

—¿Cuántos?

—Hay entre 11 y 15. Comprobados, eh.

—Algunos me dijeron que son unos 50 los funcionarios con horas extras que superan las 100 por mes, y que cobran compensaciones mal habidas…

—Debe haber, sin dudas.

El Frente Amplio fue más allá. El 7 de marzo, los ediles frentistas, acompañados por el presidente de la coalición de izquierda, Fernando Pereira, presentaron una denuncia penal en Fiscalía por las horas extras pagadas de forma irregular a la pareja del exsecretario general de la intendencia, Rodolfo Caram.

José González, edil frenteamplista en Artigas, cree que hay “entre 14 y 15” casos similares al de Stéfani Severo. “Hay más, en realidad, pero algunos no tienen horas extras exorbitantes, en algunos casos son horas extras que no mueven la aguja: 30 o 40 horas extras por mes, y es más difícil de comprobar si las trabajaron o no. De pronto, no pisaron su lugar de trabajo, pero es más bravo comprobarlo”, dijo.

“Nos movimos por la vía judicial, porque creemos que el de la funcionaria de Recursos Humanos tiene apariencia delictiva. Señalamos la responsabilidad de jerarcas de la Intendencia. Por lo menos, no controlaron”, añadió para esta nota.

González agregó que prefirieron ir directo a Fiscalía en vez de pedirle explicaciones a la propia Intendencia, porque “hace un año y medio o más” que la intendencia no le contesta pedidos de informes a la oposición.

Argañaraz sigue esperando la respuesta a su pedido de acceso a la información pública, ya con el plazo vencido. “Hace dos años que hago pedidos de informes, quedaron en contestar y nunca contestaron. Mandan lo que quieren, cuando quieren y si quieren”.

No fueron severos con Severo

El intendente Pablo Caram dijo, el 1º de febrero, que cesaría a Severo, la pareja de su primo. “Se le fue la mano. No queda otra que cesar a la muchacha”, dijo en la entrevista radial en Azul FM.

Dos días después, Emiliano Soravilla, en nombre de la Intendencia, fue el vocero de una conferencia de prensa en la que no habló el intendente, sentado a su lado. Allí, Soravilla —quien reemplazó a Rodolfo Lolo Caram como secretario general— anunció una investigación interna para saber qué había sucedido. Pero se apresuró a aclarar que, según la documentación que tenía la Intendencia, no había habido ni delito ni nada irregular.

“Independientemente de la investigación administrativa, no hay nada que permita determinar que acá hubo irregularidad o delito, no hay nada. Hay documentación que prueba y que respalda las horas extras hechas por esta funcionaria, al igual que todos los funcionarios de la Intendencia”, dijo.

Además, sostuvo que tenía “poco para decir” de la eventual influencia de Lolo Caram, porque él no era superior directo de la funcionaria en cuestión.

Soravilla agregó que se había querido imponer un “relato falso, un circo político” sobre “la mafia de las horas extras” en la Intendencia, pero que el suyo en Artigas era un gobierno departamental “honesto”.

Emiliano Soravilla no contestó los mensajes para este informe.

A Rodolfo Caram no solo se le señala que su pareja haya cobrado varios meses un salario abultado por horas extras exageradas y su cuñada haya accedido a ocupar un terreno municipal en tiempo récord. También, apuntan ediles y periodistas artiguenses, una hija suya, Eloísa Caram, recientemente graduada como nutricionista, de inmediato consiguió empleo en la Intendencia.

Lolo, el primo del intendente, fue removido como secretario general tras el escándalo de las horas extras, pero pasó a ocupar el cargo de director de Desarrollo Productivo, en la misma Intendencia. “Lolo Caram tenía un sueldo de 140.000 más viáticos y compensaciones, y ahora tiene la misma remuneración y menos laburo. A la gente que se porta mal, acá se la premia”, dijo David Da Costa, edil blanco. “Es un premio para él”, había dicho antes el diputado frentista Nicolás Lorenzo.

Rodolfo Caram también optó por el silencio. “Buen día, Bianchi”, escribió en primera instancia, pero ante el pedido de una entrevista para este informe, ya no volvió a contestar.

“Todos los ediles del Partido Nacional tienen un pariente trabajando en la Intendencia”, dijeron varios al unísono. “Por eso prefieren callarse”. Es el caso, por ejemplo, del edil Miguel Giménez, quien no respondió al primer mensaje, pero sí al segundo, unos días después. “Estoy esperando el resultado de la investigación administrativa. Según lo que me dijo el intendente saldría esta semana, y actuará en consecuencia. Hablar antes del resultado sería prejuzgar”, escribió el martes 21.

—No es solo eso, hay muchas preguntas para hacer. Por ejemplo, me dicen que todos los ediles de Caram tienen parientes trabajando en la intendencia. En su caso, su esposa trabaja en la intendencia, ¿no es así?

Me dicen también que se sospecha que son muchos más los funcionarios que tienen más de 100 horas extras, aunque no se hayan viralizado sus recibos de sueldo.

Giménez ya no contestó el WhatsApp.

Su compañero de bancada, el edil nacionalista Manuel Caram, primo de Rodolfo y de Pablo Caram, tampoco quiso hablar para esta nota. “No tengo nada que opinar. Buenas tardes”, se despidió.

Caram-ba, Caram-ba

Montevideo Portal tampoco logró entrevistar al intendente Pablo Caram.

No se le pudo preguntar por Gerardo Sanchís, un exasesor suyo que estaba al frente del área de las maquinarias en Talleres Municipales, quien renunció cuando se le había iniciado una investigación administrativa por presuntas irregularidades en licitaciones públicas, pero finalmente ocupó un cargo en la Comisión Técnico-Mixta de Salto Grande. Un “mimoso”, diría el edil Argañaraz; “lo premiaron”, diría el edil Da Costa.

O por su pareja, Karolina Gómez, también ella funcionaria municipal, quien pasó de trabajar en la residencia para estudiantes de Artigas en Montevideo a ser directora de la división de Cultura. Ante las denuncias de nepotismo en su gobierno y observaciones de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), la pareja de Pablo Caram renunció a la Intendencia el 9 de diciembre de 2019 y agradeció la “confianza dispensada”. Pero el semanario Búsqueda informó en febrero de 2020 que un día después de su renuncia, su pareja, el intendente, había aprobado dos resoluciones para otorgarle compensaciones económicas. La primera fue un aumento salarial que alcanzó el sueldo de un funcionario grado 7 y la segunda para otorgarle un salario de un grado 9, equiparando así lo que percibía como directora de Cultura. 

Finalmente, con su viejo sueldo, Gómez —pareja del intendente Caram— pasó en comisión a la Comisión Técnico Mixta para la Cuenca del Río Cuareim, donde se desempeña hoy.

Un informe de la Jutep concluyó que Pablo Caram y otros dos jerarcas municipales “violaron los principios de probidad, legalidad y transparencia”. Caram dijo que el informe era “una payasada”.

No se le pudo preguntar a Caram si su sobrina, la diputada Valentina Dos Santos Caram, trabaja más en la Intendencia que en el Parlamento, para donde fue elegida.

Ni por su primo Rodolfo Caram, hoy en Desarrollo Productivo, y la firma de Lolo para otorgarle la ocupación de un terreno municipal a su cuñada, y las casi 18 horas diarias que supuestamente trabajaba su pareja, antes de que se viralizara un recibo de sueldo.

Tampoco se le pudo preguntar qué le pareció “la cumbia de la jopeada”.

Pablo Caram no contestó los mensajes, y ante una llamada telefónica a su celular, se limitó a contestar el miércoles 22: “Te llamo en cuanto pueda”.

Todavía no ha podido.