Un taxi se desplazaba el domingo en la mañana por Garzón, llevando como pasajeros a una mujer y su hijo, un niño de 12 años que iba a jurar la Bandera. Cuando tomó por Calderón de la Barca recibió una pedrada, que rompió un vidrio del vehículo.

En diálogo con Montevideo Portal, Jorge, el taxista, explicó que un grupo de doce o trece personas apedreó a un ómnibus de Cutcsa que venía delante, y que, una vez que pasó, siguieron con su vehículo.

De una pedrada rompieron uno de los vidrios de atrás, "y no era una piedrita", aclaró, y el menor sufrió un corte en la cabeza. El taxista lo condujo a la Médica Uruguaya de Colón, y permaneció con el niño y su madre hasta que recibió el alta médica.

"Fue sin motivo aparente. Ocho y media de la mañana, con gente en la calle", dijo el taxista, y agregó que no hubo intención de robo.

El niño recibió el alta y se recupera.