El colectivo feminista Ana Yacobazzo, agrupación oriunda del departamento de Treinta y Tres, se movilizó este lunes en la plaza 19 de Abril tras el femicidio de Natalia Barbat, una maestra de 45 años que estaba radicada allí y en las últimas horas fue asesinada por su expareja, Leonardo Fabián Pereira.
Lucía Fernández, integrante del grupo, lamentó el hecho y dijo que “es un momento que moviliza a todas las mujeres”. “Nos deja con miedo y frustración. Ella venía con mucho miedo, avisando que esto le podía pasar”, declaró en diálogo con Subrayado (Canal 10).
“Hizo todo lo que había que hacer; fue a todas las instituciones a las que podía ir. Hay un fallo en el sistema y un fallo en las instituciones, más allá de que no tenemos que dejar de creer en ellas y dejar de ir. No hay que dejar de denunciar ni dejar de hacer lo que hay que hacer. No es suficiente lo que nos está pudiendo brindar el Estado”, agregó.
La joven recalcó que el colectivo viene “hace un montón avisando sobre la violencia contra la mujer”. “Nos afecta a todas. No está bien la sociedad, no está bien lo que está pasando. Algo hay que hacer”, señaló.
“Tenemos tres casos de femicidio sin resolver; ahora un femicidio que se dio en público a las 2 de la tarde. Los varones no le tienen miedo a nada, ni a la Justicia. Es horrible; vivimos en una situación de violencia, más que nada las mujeres”, finalizó.
Barbat llegó el pasado domingo a los gritos a una estación de servicio ubicada en la ruta 8, pidiendo auxilio porque Pereira la estaba persiguiendo con un arma. Uno de los hombres presentes amagó con interceder, pero el femicida lo miró, le apuntó a la cabeza y le dijo: “Te metés vos o cualquiera y los mato”.
Ella llegó a dar aviso a la Policía, pero mientras los efectivos se estaban bajando del patrullero escucharon dos disparos. Pereira asesinó a su expareja y luego se disparó en la cabeza; finalmente murió en la tarde del lunes luego de permanecer internado en un centro asistencial.
Él la persiguió durante meses luego de que ella decidiera separarse: le enviaba mensajes pidiendo retomar la relación, volver a vivir juntos en una casa en Balneario Buenos Aires que era de ambos e incluso instalarse juntos en Treinta y Tres.
Ella nunca aceptaba porque, según dijeron allegados a Montevideo Portal, desde que había puesto fin a la relación “se sentía libre”. En octubre vencieron las medidas de no acercamiento producto de la denuncia que había radicado tiempo antes. La Justicia, según supo Montevideo Portal, preveía renovar dichas medidas luego de que la mujer hiciera otro reclamo formal.