El papa Francisco falleció el 21 de abril, a los 88 años, a causa de un derrame cerebral seguido de una insuficiencia cardíaca irreversible.
Al día siguiente, 22 de abril, el Vaticano difundió las primeras imágenes del sumo pontífice en el ataúd, para el inicio de los rituales funerarios de la Iglesia Católica.
Las imágenes circularon rápidamente por las redes sociales, y numerosos internautas manifestaron curiosidad por la extraña posición de las manos de Francisco.

Vaticano
Algunos atribuyeron el hecho al rigor mortis, expresión latina que designa el estado de rigidez que adquiere un cadáver, generalmente entre 24 y 48 horas después de la muerte.
Ante tantas preguntas, una agente funeraria estadounidense, “influencer” en el sector, salió a dar explicaciones. Conocida en redes como “Lauren la funeraria”, la mujer tiene más de un millón de seguidores en Instagram.
“Antes que nada, esto no es rigor mortis. El rigor comienza temprano y luego desaparece, por lo que no permanece en el cuerpo para siempre. Para cuando alguien es embalsamado, la rigidez suele haber desaparecido”, comenzó explicando en un video publicado en su perfil de Instagram.
“Lo que ven en la imagen es el resultado del líquido de embalsamamiento y la posición del cuerpo. El líquido de embalsamamiento nos ayuda a preservar el cuerpo, pero también endurece los tejidos, lo que significa que una vez posicionado el cuerpo después de embalsamar, los tejidos se vuelven más rígidos y prácticamente se fijan en su lugar”, reveló Lauren, según recoge la revista MAGG.
“Si las manos no están donde uno quiere durante o inmediatamente después del embalsamamiento, probablemente no será posible colocarlas de otra manera después”, explicó la experta, añadiendo que, si observamos las imágenes, el brazo izquierdo del papa está ligeramente más alto que el derecho, “porque utilizaron bloques de espuma para elevar las manos para que quedaran en la zona abdominal”.
“Esto es muy común. Si tus manos ya estaban rígidas, simplemente se sienten un poco raras y flotantes”, concluyó.
Respecto al ataúd, Lauren reveló que parece que el papa Francisco parece estar demasiado apretado y que, cuando el féretro es un poco más pequeño de lo debido, puede apretar los hombros del ocupante y levantarlos hacia adelante.
La agente funeraria también dijo que al embalsamar un cuerpo las uñas deben estar limpias, algo que no parece haberse cumplido en el caso de Francisco. Para Lauren, las uñas del papa deberían haber sido más cuidadas, sobre todo porque el cuerpo fue visto por millones de personas, a menos que la aparente suciedad “se trate de un moretón o una herida”.
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