Divulgan primeras fotos de Francisco en su ataúd y revelan cómo se costeará el funeral

El Vaticano difundió esta mañana las primeras imágenes del papa en un ataúd abierto, fallecido en la mañana del lunes.

El féretro fue fotografiado flanqueado por dos guardias suizos en la capilla de la Residencia Santa Marta, donde vivió Francisco.

El líder de la Iglesia Católica falleció a causa de un derrame cerebral a los 88 años. Se encuentra en un ataúd de madera forrado de terciopelo rojo, también vestido del mismo color.

“Es un color que simboliza la identificación con la muerte de Cristo, con la sangre de Cristo”, según explicó el sacerdote portugués Jorge Oliveira en declaraciones a la televisora SIC Noticias.

“Si el papa es el representante de Cristo en la Tierra, su muerte es también, de alguna manera, la muerte de alguien que se identificó con Cristo. Esto significa, además de que el rojo también es el color de los cardenales, que estamos viendo el color de un cardenal, un color importante dentro de la Iglesia, algo que lo diferencia de otros fieles laicos o de otros sacerdotes”, añade el clérigo.

Asimismo, Oliveira señala que “el funeral del papa será costeado por una persona que quiso pagar anónimamente. Todo lo que ocurrirá durante estos días será sencillo y no ha sido revelado”.

Así, Francisco rompe con la tradición y designa a un benefactor como responsable de pagar su funeral. En su testamento, el jesuita también detalló su deseo de tener una tumba sencilla, sin adornos especiales y con una sola inscripción de su nombre en latín: “Franciscus”.

“El papa está siendo velado en esta capilla privada. Solo irá a la Basílica de San Pedro mañana y, por lo tanto, siempre estará acompañado, como durante sus años como pontífice, por la Guardia Suiza, que, les recuerdo, ha sido la guardia oficial del Papa durante más de 500 años”, detalla Oliveira.

La Capilla de Santa Marta está justo al lado de la Basílica de San Pedro y es un lugar inaccesible para el público. Por allí desfilarán cardenales a lo largo del día. Se trata de una fase de las ceremonias funerarias que todavía está muy restringida.