La fiscal de Delitos Económicos de 2° Turno, Sandra Fleitas, declaró recientemente en la causa que lleva adelante Gilberto Rodríguez y que investiga a la extitular del caso Penadés, Alicia Ghione, por presuntas irregularidades y la omisión de denunciar.

La denuncia fue radicada por los abogados del exsenador blanco, quienes afirmaron que Ghione tuvo en su poder el celular del denunciante Jonathan Mastropierro y no reportó que tenía un “cúmulo de evidencias” que podrían configurar “gravísimos delitos de naturaleza sexual”.

Fleitas fue la fiscal que llevó adelante el caso de la denuncia falsa contra Yamandú Orsi, por el que condenaron a dos años y un mes de penitenciaría a Romina Celeste Papasso, otra de las denunciantes de Penadés. Por su actuación en esa causa, brindó su testimonio en esta nueva investigación y reveló algunas conversaciones que tuvo con Ghione sobre la exmilitante del Partido Nacional.

Según consignó El Observador, la magistrada relató que habló con Ghione para avisarle que el celular de Papasso contenía un audio que hablaba de un “arrepentimiento”, pero no estaba claro sobre qué, así que le ofreció enviarle dicha información por medio de los policías del Departamento de Investigación de Delitos Especiales.

Cuanto menos gente metida en la vuelta, mejor”, fue la respuesta de la magistrada, quien afirmó, según el relato de Fleitas, que prefería retirar la evidencia en un pendrive. Más adelante, una vez que Papasso fue condenada por siete delitos —cuyas denuncias estaban desperdigadas por varias fiscalías—, Ghione pidió tener una reunión con Fleitas.

“Le comenté que, al final y por suerte, pude acumular todas las penas; ahí ella me pregunta por la pena y me dice: ‘Sandra, pero una pena de penitenciaría es una pena importante’”, afirmó. Ante esto, la fiscal adjunta María José Brisco le hizo notar que la pena era “más que razonable”, pero vio que Ghione “no quedó muy conforme” y respondió que “era una víctima de abuso”.

Dos meses después de dicha reunión, Fleitas fue citada por la actuaria del juzgado de la Costa y le dijo que tenía que entregarle una notificación de un cedulón judicial de parte del juzgado de Marcela Vargas sobre la prohibición de “hablar de cualquier información” a la que hubiera tenido acceso en la investigación contra Papasso y en el análisis de su celular sobre los testigos reservados.

Era una mordaza judicial sobre no decir algo de alguien que no tenía ni la menor idea de quiénes eran. ¿Cómo voy a poder revelar información de alguien que no sé quiénes son? Yo además me había enfocado en analizar solamente lo que tenía que ver con mi caso, ¿cuál era la finalidad de tener una mordaza?”, expresó Fleitas.

Además, consideró que fue “improcedente” porque, en todo caso, hubiese sido “más lógico” recibir una nota de la fiscal de Corte, y aseguró que la reserva “no era necesaria”. “Dentro de nuestro cargo, es inherente tener la reserva de todos los casos y menos hablar de un caso que lleva otro compañero”, sostuvo.