El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, firmó anoche el decreto con el que extiende a todo el país las limitaciones impuestas el pasado sábado a la región de Lombardía y otras catorce regiones del norte del país, aisladas entonces por ser las más afectadas por el virus.

Según el último parte de Protección Civil, de ayer lunes, los infectados por coronavirus en Italia ascienden a 7.985, un aumento de 1.598 respecto al domingo, y los fallecidos son 463, 97 más.

"No hay tiempo que perder, los números dicen que estamos teniendo un crecimiento importante de los contagios, de personas ingresadas en cuidados intensivos y también de los fallecidos. Nuestros hábitos deben cambiar ya", avanzó Conte.

La crisis desatada en Italia "atrapó" a la uruguaya Iliara Borges, radicada desde hace unos meses en una pequeña localidad a dos horas de tren de Roma.

Tal como informáramos, Iliara viajó al país europeo en busca de mejores oportunidades de tratamiento para su hija Valentina, quien padece una de esas enfermedades catalogadas como "raras" y que supone un lento deterioro de sus funciones vitales.

Hace varios años, la familia de Valentina creó la página Energía para Vale, en la que se difunden todo tipo de actividades, no solo para recaudar los necesarios fondos que su atención requiere, sino también para visibilizar el problema de las personas- especialmente niños- que padecen enfermedades raras, quienes suelen encontrarse en un desesperante callejón sin salida.

Actualmente, Valentina se atiende en el hospital Bambino Gesù, en el Vaticano, centro de salud donde se llevan a cabo investigaciones acerca del mal que padece la niña.


La estación ferroviara Roma Termini, antes y después de las medidas de aislamiento por coronavirus

"Realmente es un poco difícil estar aquí en este momento, porque no se tiene muy claro cómo va a seguir todo", expresó Iliara este martes en declaraciones a Montevideo Portal.

"El país paró, la economía, el turismo", dijo. La parálisis del  llegó "al punto de no ver a nadie en los corredores de este hospital, mirar afuera y no ver a nadie".

"No nos podemos sentar en el mismo ambiente con los demás que están internados en el hospital, se acabaron los tapabocas", describió la uruguaya. "El personal de salud, para trasladarse a trabajar debe hacerlo con certificado", situación que también rige para los trabajadores de "algunas empresas que aún siguen abiertas".

"El miedo está instalado en la gente, el virus avanza muy rápido y parece que todos somos sospechosos. Hace unos días fui al supermercado y ya la gente se ponía a un metro de distancia del otro en la cola para pagar", narró.

"Hay mucho pánico", aseguró, poniendo como ejemplo que en un hospital romano "se contagiaron todos los funcionarios y está en cuarentena hace días". Asimismo, días atrás "para ingresar al tren teníamos que leer un vademécum de cómo cuidarnos".

"No sé qué tan grave puede llegar a ser el virus, pero pienso que debe ser algo serio, porque un país como Italia no tomaría estas medidas si no fueran necesarias", señaló.

En cuanto a las necesidades de la vida cotidiana, Iliara apunta que "las compras hace días que mucha gente ya las estaba haciendo online". Y a modo de ejemplo de la situación que atraviesa el país, envió una foto de la estación ferroviaria Roma Termini, "que siempre está repleta de gente y ahora está casi vacía".

"Realmente me entristece ver la soledad, desolación y miedo e incertidumbre de todos nosotros", contó. "Hoy algunas madres lloraban porque ya no se puede recibir visita ni turnarse con los papás u otros familiares, sólo nos queda esperar", concluyó.