En un 2025 marcado por la incertidumbre internacional y el cambio de gobierno, los agentes económicos uruguayos esperaban medidas más contundentes de apoyo a las empresas y a la actividad local. Así lo señaló el economista y socio de Oikos, Pablo Moya, en entrevista con Crónicas, donde advirtió que las expectativas del sector privado no se han visto materializadas.

Respecto a la Ley de Presupuesto, el economista sostuvo que se trata de un texto “muy acotado en gasto” y que entre colegas esperaban “alguna política más heterodoxa” de apoyo a las empresas.

“En términos generales, creo que los agentes esperaban algún efecto de empuje o medidas de apoyo a la economía que no se visualizan concretamente”, afirmó, subrayando que el empresariado esperaba políticas para dinamizar la producción.

“Es una Ley de Presupuesto que es muy acotada en gasto, con un margen reducido para incrementarlo, porque después surgió que las previsiones de cómo iba a cerrar el año fueron modificadas. Ahí, el gobierno entendió que había algún margen para hacer algo que, en definitiva, no lo va a poder hacer. No obstante, creo que el contexto actual y las prioridades que ha mercado el gobierno tampoco permitían ser demasiado optimistas, puntualmente en la política de gobierno y en el incremento de gasto y de inversiones”, señaló después.

Moya explicó que el contexto global —atravesado por tensiones geopolíticas, la guerra y la política exterior de Estados Unidos— generó un escenario adverso para el comercio internacional. En ese marco, Uruguay mantiene ventajas relativas por su estabilidad institucional y acceso a mercados de deuda.