"Estamos muy entusiasmados, ya abrimos la venta de pasajes y la gente está respondiendo muy bien", explicó Holger Paulmann, CEO de la compañía e hijo de su fundador, durante la conferencia de lanzamiento de la aerolínea realizada en la sede del Ministerio de Turismo.
Sky Airline comenzará a conectar las capitales de Uruguay y Chile a partir del próximo 12 de setiembre, con un vuelo diario los siete días de la semana.
La oferta inicial de la compañía ofrece boletos de ida entre esos destinos al increíble precio de 54 dólares. Según Holger, un pasaje de ida y vuelta entre ambas ciudades, sumando las tasas de embarque y otros gastos, no superaría los 170 dólares.
"Tengo entendido que es menos del costo que los vuelos a Buenos Aires, y para una distancia mucho mayor", subrayó el empresario.
Fundada en el año 2002, Sky Airline ha sabido pasar del mercado doméstico al internacional, posicionándose como operador pionero en "low cost", modalidad que gana cada vez más terreno en el mundo, especialmente en Europa, un continente de distancias cortas. (Para comprobarlo basta tomar nota del éxito de compañías como Ryan Air o EasyJet.
En el caso de la aerolínea trasandina, el esquema es muy similar: una flota homogénea que vuela la mayor cantidad de tiempo posible, pasajes por tramos y -lo más importante- tarifas flexibles: el pasajero puede elegir entre viajar con "lo puesto", o bien cargar maletas, comer a bordo o no hacerlo, de acuerdo a sus necesidades y posibilidades.
"Empezamos a operar a nivel doméstico en 2002, actualmente contamos con quince aviones, todos de la familia Airbus 320, y el año pasado transportamos cerca de tres millones de pasajeros. Nos consideramos todavía una compañía pequeña, pero que durante el último quinquenio ha estado creciendo a tasas de doble dígito año a año, y esperamos seguir así", comentó el empresario.
"Montevideo y Uruguay están dentro de nuestro plan de ruta hacia el futuro, esperamos tener una buena respuesta", deseó, recordando a continuación un detalle significativo: "Cada vez que abrimos una ruta nueva, el tamaño del mercado crece más de lo que nosotros agregamos en oferta".
Según Hogler, el círculo virtuoso es el siguiente: la llegada de la aerolínea low cost obliga a los operadores tradicionales a reducir también sus tarifas. Esto hace que un público que no podía permitirse volar y que viajaba por tierra o lisa y llanamente no viajaba, comience a utilizar el transporte aéreo, configurando una situación en la que todas las partes se benefician.
"El modelo low cost va a seguir creciendo, y eso impulsará el crecimiento del transporte aéreo en la región. Nos vemos en cierta manera como un catalizador para el desarrollo económico de cada país donde nos conectamos, y también un impulsor para el turismo", consideró.
"Queremos llegar a cada rincón de Sudamérica con nuestra propuesta. Los viajes en avión pronto se convertirán en un ben básico", concluyó.
Benjamín Liberoff, viceministro de Turismo, valoró positivamente el arribo de la empresa chilena.
"Cada nave tiene capacidad para 130 pasajeros. Hagan la cuenta y comprobaran que con un vuelo diario podríamos estar duplicando el arribo de turistas procedentes de Chile", expresó