UNA MUERTE POR PÚRPURA FULMINANTE

Montevideo Portal

Un niño de seis años, que concurría a la Escuela Nº 195, falleció en el Hospital Pereira Rossell con un cuadro de púrpura fulminante. A raíz de esta muerte, en la escuela se siguió un proceso de desinfección, y se trató con medicamentos a los compañeros y docentes del niño.

Las autoridades del centro escolar se reunieron este lunes con los padres de los demás alumnos, que están preocupados por la posibilidad de que la enfermedad se contagie a sus hijos. La idea de la reunión, según informa El espectador, es brindar tranquilidad e informar sobre todos los procedimientos que se realizaron para evitar el contagio.

"En el ámbito escolar se dispuso la limpieza profunda con hipoclorito del aula y mobiliario del primer año y el doctor jefe nuestro, en acuerdo con el MSP, dispuso la quimioprofilaxis para todo el grupo y sus docentes", explicó al informativo radial el consejero de Primaria Oscar Gómez.

La "quimioprofilaxis" es un tratamiento con Rifampicina, antibiótico que se administra en dos dosis a la población considerada en riesgo de contagio, por haber mantenido "contacto estrecho" con el portador de la enfermedad, informó a Montevideo Portal Mónica Castro, de la División de Vigilancia Epidemiológica del MSP.

Castro destacó que para que la enfermedad se transmita es necesario un "contacto estrecho y por tiempo prolongado", ya que el púrpura fulminante se contagia por vía aérea, pero necesita que exista una cercanía física por al menos unas cuatro horas diarias y durante varios días. Por ello la población en riesgo de contagio es, ante todo, la familia y quienes viven con el enfermo.

En el ámbito escolar, si se trata de niños pequeños, se inicia el tratamiento con toda la clase "por la conducta del abrazo, porque se babean, porque se dan besos y pasan más tiempo en contacto", explicó Castro, que señaló que en niños más grandes, se trata solamente al amigo íntimo y al compañero de banco.

El púrpura fulminante es una enfermedad generada por el meningococo, que puede presentarse como una enfermedad meningocóccica o como meningitis, afectando el sistema nervioso.

Castro destacó que más del 30% de la población sana es portadora del agente sin saberlo, y no tienen por qué padecer o transmitir la enfermedad. Pero en algunas personas y en algunas circunstancias puntuales se dan las condiciones para que el agente se vuelva patógeno.

La persona incuba la enfermedad durante un período de tiempo de tres a cinco días. Los pacientes enfermos de púrpura deben ser internados y aislados durante las primeras 24 horas, mientras son tratados con antibióticos.

Los primeros síntomas de la enfermedad son fiebre, irritabilidad y rechazo del alimento, y la presencia de una erupción cutánea de color violáceo.

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