Un hecho repudiable ocurrió este miércoles en Asunción del Paraguay minutos después de que Cerro Porteño le ganara a Peñarol 1-0 por la Copa Libertadores. Hinchas identificados con camisetas del equipo azulgrana atacaron a balazos la sede de Olimpia, su acérrimo rival.

Efectuaron “disparos de arma de fuego y arrojaron bombas de estruendo y cascotes”, detalló Olimpia en un comunicado, “obligando a que padres, madres y niños tuvieran que refugiarse en las graderías del estadio de fútbol”.

“Si no hubiese sido por el rápido accionar de los guardias de seguridad que pudieron cerrar los portones y algunos socios que colaboraron, probablemente hoy la sociedad paraguaya estaría llorando víctimas fatales”, añade la misiva.

Desde el club se asegura que los hechos “se encuentran registrados con imágenes del circuito cerrado con la que cuenta el predio y numerosos videos expuestos por medios de comunicación”, y se cuestionó a las autoridades por la falta de precaución.

“El fanatismo deportivo no puede ser excusa para transgredir normas de convivencia social básicas y generar terror entre los paraguayos”, agrega Olimpia, que exige el esclarecimiento de los hechos y se compromete con sus socios “llegar hasta el fondo de la situación para que nunca vuelva a ocurrir”.