El tenis de mesa tiene a China como gran potencia a nivel mundial. Como muestra, alcanza con revisar su historia en los Juegos Olímpicos, que empezó en Seúl 1988. A partir de Barcelona 1992, los chinos siempre estuvieron en el medallero masculino, y se adjudicaron siete oros de nueve posibles. En el femenino, los ganaron todos, además de ocho platas de 10.
La supremacía es total, y también se refleja en los Grand Smash, que son los torneos grandes equivalentes a los Grand Slam de tenis. Desde su creación, en 2022, siempre ganaron todos a nivel de damas y caballeros, pero este domingo se registró un hecho histórico: un sueco se coronó campeón.
Truls Moregard, quien sorprendió en los Juegos Olímpicos del año pasado al colgarse la medalla de plata, le ganó la final del Europa Smash a Li Shidong, chino que ocupa el primer puesto del ranking mundial.
Con su paleta hexagonal, que es atípica por uso y costumbre pero válida en términos reglamentarios, el sueco de 23 años celebró ante su público en Malmoe, donde protagonizó un logro que, a su entender, “parece completamente irreal”. “No sé qué carajos pasó hoy”, expresó tras su victoria.
El último punto, que se hizo extenso a partir de la soberbia defensa del jugador chino, desató la locura del público y la de Moregard, quien no ocultó las lágrimas a la hora de un festejo que ni siquiera imaginó cuando empezó a pegarle a la pelotita con seis años en la mesa de su casa.