Sergio Ramos es una de las grandes figuras del Real Madrid y la selección española. Para muchos es considerado uno de los mejores defensores del mundo a sus 34 años. Una de las claves para poder rendir al más alto nivel: su excelente estado físico.
En más de una oportunidad se vio al defensor del Merengue luciendo su físico tallado y en una charla con Ibai Llanos dejó en claro que se cuida mucho para conseguirlo: "Voy cambiando pero sí es verdad que tengo un criterio muy definido. Cuando algo te da resultado, lo modificas muy poco".
La rutina alimenticia de Ramos: tres ayunos semanales, entrena sin desayunar y después toma un batido de proteínas. Cuando almuerza o cena come carne o pescado acompañado con una ensalada.
"Hay que tener un complemento de equilibrio a nivel dieta muy importante porque al final no somos robots, no somos máquinas. El cuerpo necesita esos nutrientes que después te van a dar mejor rendimiento", enfatizó.
Recalcó que uno de los aspectos fundamentales para poder realizar esto es lo mental para no caer en la tentación de consumir alguna comida que está afuera de su dieta: "Es tu propia voluntad la que lucha y tiene que decir que no. La verdad que es jodido pero al final es lo que te va a hacer marcar la diferencia con el otro que se lo come. Tenés que decir que no y es no".
"Tú vives para y por tu trabajo y sufres como un cabrón tanto en el gimnasio, en la pileta de agua fría y comiendo. Al final hay que saber diferenciar lo que es comer, que es disfrutar, y alimentarte. Alimentarte es lo que necesita tu cuerpo, eso es lo que tienes que hacer. Alimentarte es lo que necesita tu cuerpo para rendir; comer es el disfrute", manifestó.
Ramos tiene una comida que lo enloquece. "A mis niños les encanta el Mc Donald's y a mí me gustaría que no les gustase porque a mí también me encanta, pero lo como una vez al mes. Si lo haces una vez al mes no pasa nada porque ya llevas 29 días cuidándote muchísimo para poderte pegar tu homenaje, tu alegría", puntualizó.
El futbolista va a esa casa de comida rápida y se pide un refresco light grande, papas fritas también grandes y tiene que controlarse para no pasarse con un condimento que lo vuelve loco y es la mayonesa.
"A mí me de joven me decían mayonesa porque era un obseso de la mayoens, me flipa. Yo cojo la hamburguesa y le doy vueltas y vueltas poniéndole. Me queda entre el bigote y la barba y parezco Papá Noel. Me encanta y bueno, un día lo puedes hacer", finalizó Ramos.