Francesco Totti consolidó su condición de leyenda de la Roma este domingo con su doblete para empatarle el clásico a la Lazio 2-2 y de atrás. El capitán del conjunto de la capital de Italia, a sus 38 años, no sólo se dio el gusto de meterle dos goles a su tradicional rival, sino que además se tomó una selfie que recorrió el mundo.

Si el festejo ya era una de las notas curiosas del fin de semana, mucho más una de las tantas repercusiones que generó. Un fanático romanista dejó tatuado en su piel el momento en el que el ídolo tomó el celular y se sacó las ganas de tener una foto con los hinchas celebrando su conquista.