Nicolás Schiappacasse habló de su vuelta a River Plate, el club que lo vio nacer, y se mostró “muy emocionado y entusiasmado, y con ganas de afrontar el nuevo desafío”. “Lo que estoy sintiendo hoy hace tiempo no me pasaba. A partir de hoy va a renacer mi carrera”, comentó en diálogo con el programa La mañana del fútbol de El Espectador Deportes.

“Siempre estuve en contacto con el club, desde que me fui. Por el lado de Leo Rumbo, el gerente deportivo, pudimos hacer las gestiones”, valoró, y aclaró que llega bien físicamente. “Desde que terminé en Miramar Misiones no paré de entrenar con un profe personal. Capaz que estoy con falta de fútbol, porque hace un tiempo que no estoy dentro de una cancha, pero eso se va agarrando con los días de entrenamiento”, explicó.

En 2025 jugó apenas dos partidos en el cuadro cebrita, y hubo “unos temas personales que no quisiera aclarar” con el entrenador, Horacio Peralta. “Ya pasó. Pasé página y estoy contento en River. El último partido fue con Torque. Con Peñarol no entré y con Nacional me expulsaron desde el banco. El tema venía un poco de antes y eso fue la frutilla de la torta, pero hubo otros temas”, puntualizó, sin ahondar en detalles.

Se mostró autocrítico con su carrera, aseguró estar “completamente concentrado en el fútbol” y dice ser, a sus 26 años, “otra persona”. “Juego por mí, por mi hija, mi madre, mi padre y mi hermana. Son las personas que, aunque le erre, las voy a tener presentes”, expresó. “Estoy contento por la oportunidad que me está dando River y se la voy a devolver”, afirmó.

El técnico motivador y un apodo nuevo

Sobre Julio Ribas, su nuevo entrenador, dijo haber hablado con él este martes cuando fue al Parque Saroldi a “saludar a varios compañeros y gente del club que hace años no veía”. “Estuve hablando bastante con Julio”, dijo el Chapa.

“Como me dijo mucha gente, es una persona muy motivadora y es lo que necesito hoy para estar adentro de la cancha. Creo que vamos a hacer las cosas bien y me va a venir bien una persona así, que esté exigiéndome y corrigiéndome. Es lo que preciso”, afirmó.

Schappacasse contó que su nuevo entrenador ya le puso apodo: “Ayer me tiré uno que está loco. El dragón de fuego. Con mi madre nos cagábamos de risa, pero son cosas lindas que el fútbol te presenta y lo tomo de la mejor manera. Si me dice dragón, y con mi apellido, va a estar hasta mañana”, cerró entre risas.