Gonzalo Trabal, presidente de la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO), se mostró “sorprendido” por la condena a un trabajador por “asociación para delinquir y estrago”, a raíz de su complicidad en el ingreso de pirotecnia en el clásico del 6 de julio, cuando un policía resultó herido por el lanzamiento de una bengala náutica desde la tribuna Colombes.

“Estoy contento de que la Justicia haya ejecutado, avanzado, investigado y actuado, pero muy triste y decepcionado porque nos pega a nosotros. Es un día muy triste para CAFO. No teníamos ninguna información ni indicio de que esto podía pasar”, comentó al programa La mañana del fútbol de El Espectador Deportes.

Trabal explicó que el trabajador en cuestión “llevaba 15 años de cumplimiento y sin problemas en el departamento de limpieza”. “Los días de partido se encargaba de habilitar las cabinas de prensa. Nos hubiera sorprendido de cualquiera de los 27 funcionarios que trabajan con nosotros”, agregó, y apuntó que “el funcionario obviamente no trabaja más en CAFO”.

“No queremos que nos vuelva a pasar”

El presidente de CAFO dijo que, tras confirmarse la condena, no recibió “ninguna comunicación del Ministerio del Interior ni de la Policía”, pero le gustaría tener una charla para que le “expliquen exactamente cómo fue la operativa de este funcionario y sus cómplices”. “Fue una maniobra que no pudimos detectar y no queremos que nos vuelva a pasar”, expresó.

“En su momento defendí a muerte a todo el personal e indudablemente me equivoqué con uno. Lo que queremos saber ahora es la magnitud de lo que se descubrió. Queremos saber cuál es el volumen de pirotecnia que esta gente entró por esa vía”, dijo Trabal, y aclaró que el funcionario condenado no era el encargado de acompañar a los efectivos del K9 en la revisación protocolar del Estadio Centenario.

Trabal había dicho, tres días después del clásico, que era “imposible que ese material estuviera escondido en el Estadio Centenario” por parte de la hinchada de Nacional, y reafirmó algunas de aquellas declaraciones.

“Lo que siempre sostuve, y sigo sosteniendo, es que ese volumen de pirotecnia no lo puede entrar un funcionario en complicidad con un vendedor de pop. Pero ya me quemé una vez. Me alegra que la Justicia haya llegado hasta dónde llegó y ojalá se clarifique un poco más y nos cuenten exactamente por dónde entraron”, concluyó.