La gran noticia que se llevaron el sábado del Franzini los hinchas de Defensor Sporting, además de la victoria 2-0 frente a Rampla Juniors, fue el retorno de un hijo pródigo de la institución. Por los parlantes del escenario violeta se anunció oficialmente la llegada de Nicolás Olivera, quien a sus 33 años volverá al club que lo vio nacer por tercera vez.

Procedente del América de México, el volante que arribará a Montevideo el jueves dijo al programa A Fondo de 1010 AM que “llego hasta diciembre” y explicó que “es una nueva etapa, un nuevo momento. Hay decisiones que hay que tomar y mirar para adelante. Defensor, como en todo momento, ha sabido priorizarme y me da nuevamente la oportunidad para ir a disfrutar del fútbol. Iré con las mismas ganas de siempre”.

“Me ha asombrado mucho el recibimiento en las redes sociales, el llamado de la parcialidad, me pone contento y agradecido”, agregó el Nico, quien contó que su arribo a los violetas se da tras “especulaciones” en su club, América, “debido a una lesión que había tenido con América y que después requería de una pequeña cirugía que entendí conveniente hacerme. No tomaron las medidas necesarias como para que yo realmente me la pudiera hacer. Tomaron decisiones basadas en la visión del cuerpo técnico, pero no tengo rencor con nadie”.

Sobre su semestre con la casaca de las Águilas, dijo que “jugué todos los partidos. No había hecho una gestión de bajo rendimiento. Fueron otras cuestiones” las que hicieron que fuera declarado transferible. “Tenía ofertas del exterior, desde Estados Unidos y Argentina, pero hay situaciones donde hay que priorizar otras cosas que no pasan por lo monetario. Estoy viviendo una etapa en mi vida muy diferente en todos los ámbitos. El fútbol sigue siendo prioridad pero también puede pasar a segundo plano, y sólo la familia puede entender ciertas decisiones”, dijo.

Olivera agregó que “este es un momento de estar con mi gente, con Defensor, con mi público, mi hinchada y disfrutar del equipo al que quiero, del que soy hincha y socio. Siempre dije que cuando tuviera la posibilidad de volver a Uruguay, lo iba a hacer con la camiseta de Defensor. Es bueno volver, reencontrarme con los míos. No puedo esconder el sentimiento hacia un club cuando en mi vida siempre ha estado presente para ayudarme”.

“Llego sabiendo que debo ponerme bien físicamente y rendirle como se merece a una institución como Defensor Sporting. No es una cuestión de llegar, ponerse la camiseta y jugar. Debo trabajar, analizar para ponerme bien. Para vestir la camiseta que realmente quiero, debo estar en un 100%. Todavía sigo pensando que le puedo dar mucho al fútbol y a Defensor, y para eso debo estar bien”, concluyó el mejor jugador del Mundial sub 20 de Malasia 1997.