El empate a uno entre Nacional y Cerro Largo tuvo coletazos casi inmediatos. Gustavo Díaz, ocho meses y una semana después de haber asumido como nuevo entrenador del equipo tricolor, puso su cargo a disposición de la dirigencia.

Minutos antes, el presidente Eduardo Ache había criticado duramente el funcionamiento del equipo. En la misma sintonía y sin conocimiento de lo que había dicho el máximo dirigente albo, el Chavo reconoció que a su equipo le falta “funcionamiento colectivo” y admitió que “el responsable soy yo”.

En la misma noche del sábado comenzaron los contactos entre los miembros de la directiva tricolor y la conclusión fue inmediata: había mayoría para aceptar la renuncia de un entrenador que, si no fue cesado antes, fue por la alta cláusula de rescisión que tenía en su contrato, que estipulaba que, de ser despedido, seguiría cobrando hasta el 30 de junio, fecha en que el vínculo expiraría.

La decisión de la directiva será oficial este lunes tras la reunión, y ya se trabaja pensando en el nuevo cuerpo técnico. Gustavo Bueno, quien sostuvo una charla con Ache en Melo tras el empate con Cerro Largo, dirigiría de forma interina el jueves frente a Boca Juniors en La Bombonera por la tercera fecha del grupo 1 de la Copa Libertadores, y el principal candidato para sustituir a Díaz es Hugo De León, con quien ya hubo un acercamiento.