Durante su intervención en la cumbre de presidentes del Mercosur en Montevideo, Evo Morales ofreció “dos o tres departamentos” de su país “como subsedes” de una eventual Copa del Mundo organizada en la región.

El mandatario boliviano solicitó “garantizar que en 2030 haya otro Mundial en Sudamérica” apoyando a las asociaciones locales y luego concretó su planteo ante la mirada de los presidentes Tabaré Vázquez de Uruguay, Mauricio Macri de Argentina y Mario Abdo Benítez, de Paraguay, cuyos países aspiran a organizar la cita con una candidatura conjunta.

La postulación de Argentina, Uruguay y Paraguay para ser sede del Mundial de fútbol surgió del deseo de tres presidentes amantes del fútbol. Macri fue presidente de Boca Juniors, el ex mandatario paraguayo Horacio Cartes presidió a Libertad de Asunción y Vázquez a Progreso.

En el resto del mundo también aspiran a organizar el Mundial de 2030 y se especula con que las únicas confederaciones miembro de la FIFA que no presentarán candidatura serán Oceanía y la Concacaf, dado que le fue otorgada la organización del torneo en 2026.

España y Portugal barajan la posibilidad en solitario y también de manera conjunta, mientras que Marruecos insistirá por quinta vez con un logro hasta ahora esquivo. Los marroquíes todavía no definieron si lo harán solos o si se unirán a Argelia y Túnez. Reino Unido e Irlanda podrían hacerlo juntos, al igual que las Coreas y China.