Antoine Griezmann vio la final de la Libertadores con la camiseta de Nández puesta. El principito había intercambiado camisetas días atrás con el uruguayo y asistió al Bernabeu con la de Boca.

Antes y durante el partido, llamaron la atención sus reacciones ya que no se mantuvo ajeno como un simple espectador. Abucheó y le gritó a los jugadores de River en su ingreso, festejó el gol de Boca y sufrió con los tantos de River y el resultado final.

También estuvo presente y llamó la atención de los hinchas el argentino Lionel Messi, que vivió el partido con más tranquilidad y desde una postura neutral.