Bruno Soriano se formó, desarrolló su carrera y se retirará en Villarreal, la única camiseta que vistió además de la roja de la selección española, a la que defendió 10 veces. Este lunes, después de más de tres años sin poder jugar por lesión, ingresó en los minutos finales del empate a dos frente al Sevilla y se emocionó.

El zurdo mediocampista de 36 años terminó la temporada 2016/17 con dolores e infiltrado, por lo que después del último partido, que fue el 21 de mayo de 2017 ante Valencia, decidió pasar por el quirófano para acabar con las molestias en la rodilla izquierda, de la que se le extirpó un osteofito en tuberosidad anterior tibial.

Los médicos esperaban que en tres meses estuviera jugando, pero la situación empeoró. Durante los dos años los dolores fueron una constante y el futbolista dijo estar viviendo “un calvario” por las molestias que sentía en el tendón rotuliano. Tras manejar la posibilidad de retirarse, en 2019 se volvió a operar.

Este lunes, tras ingresar a los 88’ en lugar de Paco Alcácer, no pudo contener su emoción en la nota posterior al partido. Menos aún cuando, de regreso al vestuario, sus compañeros le dedicaron un emotivo aplauso.