Fakiano Okayama le ganó al Kyoto Sanga 3-0 de local el pasado domingo por la fecha 31 de la Liga J2 de Japón, en un partido que tuvo mayor repercusión que cualquiera de esa divisional por una llamativa jugada ocurrida en uno de los tantos.

Hayato Nakama, jugador del cuadro dueño de casa, convirtió un gol estando tendido en el césped, de espalda al arco y sin siquiera saber dónde estaba el balón. ¿Cómo ocurrió? Con un rebote que lo favoreció y le sacó una sonrisa a todos los que lo vieron, menos a los del pobre Kyoto Sanga.