A raíz de los incidentes ocurridos el pasado 20 de agosto en el partido entre Independiente y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana, la Conmebol tomó medidas y decidió sancionar a ambos equipos, pero el Rojo de Avellaneda fue el más perjudicado.

El club argentino fue eliminado de la competición y esto hizo que los chilenos avanzaran a cuartos de final. Pero, además, los dos clubes deberán jugar sus próximos siete partidos de local a puertas cerradas y no podrán llevar visitantes a la misma cantidad de encuentros.

Tras conocerse el fallo este jueves por la noche, Independiente hizo una dura publicación que rezaba: “Perdió el fútbol. Ganaron los violentos”.

Por si fuera poco, el club de Avellaneda le entregó en la jornada de hoy una extensa carta a Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, en la que manifiestan “su más enérgico repudio” a la sanción aplicada.

“El contraste es evidente: mientras Independiente representa la esencia del fútbol sudamericano como institución social y deportiva, sostenida por sus socios y socias, la Universidad de Chile ha mutado hacia un modelo de sociedad anónima, orientado a la rentabilidad y la especulación empresarial”, inicia el texto.

Y sigue al respecto: “Al fallar en su favor, la Conmebol no solo violenta su propio estatuto y jurisprudencia, sino que confirma un rumbo en el que las utilidades pesan más que la verdad deportiva”.

“Esta resolución no es un error jurídico de un tribunal: es una decisión política que desnuda la preferencia por aquellas estructuras privadas con las que resulta más sencillo proyectar convenios, negocios y beneficios futuros. El fútbol de los clubes con el modelo de asociación civil, sosteniendo durante más de un siglo por el sacrificio de millones de hinchas, queda así relegado por un modelo ajeno a los valores sociales que dieron origen a nuestras instituciones”, ahonda.

Esta decisión “sienta un precedente nefasto” porque “un equipo que estaba en ventaja en la serie, pero que enfrente la posibilidad concreta de ser superado en la cancha, recurre a la violencia más brutal contra hinchas rivales, logra la cancelación del partido y recibe como “premio” la clasificación desde un escritorio”.

Como el club entiende que este fallo es “inaceptable”, para cerrar pidió “que se elimine toda referencia a nuestra institución en el marco del museo de la Conmebol mientras usted continúe en la presidencia”.