Scottie Scheffler, número uno del mundo hace 80 semanas, conquistó este domingo su segundo Masters de Augusta dos años después de lucirse en el mítico campo de Georgia. El estadounidense de 27 años completó la última ronda con cuatro golpes bajo el par y finalizó con una tarjeta de 277 (-11).
Su victoriosa campaña la comenzó el jueves con un -6, el viernes firmó un par y el sábado se aisló en el liderato tras hacer un -1. La segunda posición con un -7 fue para el sueco Ludvig Aberg, de 24 años, mientras que el tercer escaño fue compartartido con -4 por el inglés Tommy Fleetwood y los estadounidenses Max Homa y Collin Morikawa.
El español Jon Rahm, ganador en 2023 y que no pudo concretar un buen torneo en esta edición con un acumulado de +9, fue el encargado de entregar la chaqueta verde a Scheffler, quien en la última jornada encadenó tres birdies seguidos (seis en nueve hoyos) para dejar sin opciones a Aberg cuando el sueco lo había igualado en -6 tras el séptimo hoyo.
“Hice todo lo posible para mantener la calma ahí afuera. Intenté ser paciente en el campo para dar algunos golpes clave”, afirmó el ganador a CBS.
Aunque su victoria en el campo de Augusta fue incuestionable, el golfista había anunciado su intención de abandonar el torneo si nacía su primer hijo, lo que no ocurrió. Ya vuelvo a casa -dijo entre risas en un mensaje dedicado a su esposa, Meredith-. Estaré en casa lo antes posible. Te amo y estoy volviendo”, manifestó.
“No puedo expresar con palabras lo que significa ganar este torneo nuevamente y realmente no puedo expresar con palabras lo que será ser padre por primera vez”, afirmó el también ganador en 2022.
Si para alguien fue especialmente doloroso el Masters de Augusta de 2024 fue para el cinco veces campeón Tiger Woods, que cerró su peor torneo de cuatro días a 72 hoyos como golfista profesional con un +16, un total de 304 golpes. Woods, que había empezado la jornada con un +11 (+1 el jueves, par el viernes y +10 el sábado) firmó un +5 este domingo con un birdie, dos doble bogeys y un triple bogey.
EFE / FútbolUy