Manchester United clasificó a la final de la FA Cup y será rival del Manchester City. Su emparejamiento frente al Coventry City, octavo del Championship (segunda categoría), lo tenía como amplio favorito. Sin embargo, tras un vibrante 3-3 terminó metiéndose por penales y dejando más dudas que certezas.

Los diablos rojos se fueron 2-0 al entretiempo con goles de Scott McTominay en el área chica a los 23’ y Harry Maguire de cabeza a los 45’, a la salida de un tiro de esquina. A los 58’ aumentó Bruno Fernandes con un zurdazo que se desvió en Bobby Thomas y se metió. Parecía partido liquidado, pero hubo reacción.

El elenco dirigido por Mark Robins descontó a los 71’ por obra de Ellis Simms, se puso a tiro con un disparo de Callum O’Hare que se desvió en un rival y descolocó al arquero Andre Onana a los 79’, y lo empató en tiempo adicional por un penal del estadounidense Haji Wright tras una mano de Aaron Wan-Bissaka en el área roja.

Hasta pudo haberlo ganado el Coventry City en el tiempo regular y en la prórroga, lapso en el que tuvo más oportunidades que los diablos rojos, estrelló un remate en el travesaño y convirtió un gol que fue invalidado por finísimo offside a instancias del VAR.

En los penales empezó fallando Casemiro para el Manchester United, que luego metió todos sus disparos para ganar 4-2. Por contrapartida, el Coventry metió solo los primeros dos. Onana tapó el de Callum O’Harre, y el de Ben Sheaf salió por arriba del travesaño.