El Celta liquidó sus escasas opciones de clasificarse para competir en la Liga Europa la próxima temporada después de empatar en Balaídos ante el Deportivo (1-1) en un duelo gallego escaso de fútbol y ocasiones

El Celta se adueñó del derbi durante el primer tiempo. Tuvo la pelota. Y eso fue suficiente para dañar al Deportivo, más incómodo, desajustado en sus líneas, más desasosegado en el ambiente del partido, como demostró el extraño gol de Maxi Gómez, una mezcla de fatalismo y torpeza del portero Rubén.

Fue la primera aproximación celeste: Rubén chocó contra Maxi Gómez al borde del área pequeña cuando intentaba despejar con los puños un centro rebotado de Sisto; Maxi Gómez marcó, de espaldas a la portería.

El derbi flaqueó en la segunda parte hacia una disputa ruidosa, más piques e imprecisiones sobre Balaídos, menos fútbol, pocas ocasiones; en la primera media hora poco más de un cabezazo de Krohn-Dehli para el Deportivo, un cañonazo de Sisto desde fuera del área para el Celta y un gol bien anulado a Wass por fuera de juego.

Sin claridad para combinar en los metros finales, con el partido descosido en la zona de creación, y pese a los cambios de los entrenadores, nada alteró la quietud del derbi en los minutos finales, salvo los pequeños arrebatos del Deportivo; primero con un tiro de Borja Valle que se le envenenó al portero Sergio cuando la pelota tocó en Cabral y después, en el minuto noventa, con un gol de Lucas Pérez, que recogió en el área pequeña un buen pase de Andone para liquidar las escasas opciones europeas del Celta.

RESULTADOS, POSICIONES y GOLEADORES

FútbolUy l EFE