El traspaso del esloveno Luka Doncic de los Dallas Mavericks a Los Angeles Lakers a cambio de Anthony Davis, Max Christie y un pick de la primera ronda del draft 2029 se gestó con un café hace tres o cuatro semanas en Texas entre Nico Harrison (presidente de operaciones de los Mavericks) y Rob Pelinka (gerente general de los Lakers) y un pacto de silencio, según explicó Pelinka.

“Todo comenzó con un café en Dallas, donde Nico se acercó a nosotros con la idea”, dijo Pelinka durante la presentación oficial de Doncic para los Lakers, un traspaso que provocó un auténtico terremoto en la NBA. Ambos se conocían bien ya que habían trabajado juntos con Kobe Bryant: Pelinka como su agente y Harrison en Nike.

“Debido a nuestra relación y a la experiencia compartida viajando por el mundo alrededor de Kobe Bryant, había una base de confianza en las conversaciones”, afirmó el gerente general de la franquicia angelina.

El hermetismo como clave

Pelinka reconoció que tanto él como Harrison eran conscientes que “enfrentarían innumerables obstáculos para concretar” el traspaso y que acordaron sellar un pacto de silencio: “Desde el inicio se dejó claro que estas discusiones solo podían darse entre los dueños y los mánagers generales”.

“Si rompíamos ese compromiso hablando con alguien más, este día nunca habría llegado. La confianza fue clave en cada conversación”, añadió el ejecutivo sobre las negociaciones, de las que ni siquiera los implicados eran conocedores.

Pelinka también explicó que después del primer café con Harrison llamó de inmediato a la dueña de los Lakers, Jeanie Buss. “Ella estaba sumamente emocionada y esperanzada en que lograríamos cerrar el acuerdo”, dijo.

El ejecutivo de los Lakers confesó que a lo largo de las tres o cuatro semanas desde el café “surgieron problemas que parecían insuperables”, pero que las dos franquicias encontraron la manera de seguir adelante “con la idea de cerrar el trato en un espíritu de colaboración”.

Doncic y el “impacto” por su salida de Dallas

En su presentación, el esloveno no ocultó su sorpresa por un traspaso del que se enteró cuando estaba consumado. “Tomaron una decisión. No sé por qué, pero esa es la decisión. No hay nada que yo pueda hacer”, expresó Doncic, quien el mes pasado compró una mansión de 15 millones de dólares en Dallas.

“A todo el mundo le sorprendió, así que se pueden imaginar lo sorprendido que quedé yo. Casi me estaba durmiendo cuando recibí la llamada y tuve que comprobar si era 1º de abril (Día de los Inocentes en Estados Unidos)”, afirmó Doncic.

“Al principio, realmente no lo creía, y fue un impacto. Fueron momentos difíciles para mí. Era mi hogar, así que fueron momentos realmente duros, especialmente el primer día”, agregó el esloveno, que dijo que las últimas 48 horas se sintieron como un mes.

El sueño de jugar con LeBron y la bienvenida

Doncic, además, insistió en que su idea era jugar toda su carrera para los Mavericks y aprovechó la rueda de prensa para negar que su intención no fuese la de renovar su contrato con Dallas al finalizar la temporada, como algunos especularon. “La lealtad es una palabra muy importante para mí, y estaba tratando de mantenerme fiel a eso”, afirmó.

El esloveno de 25 años dijo que jugar junto a LeBron James es “un sueño hecho realidad”. “Siempre lo he admirado. Hay tantas cosas que puedo aprender de él. Y estoy emocionado, ahora puedo jugar con él. Así que es una sensación increíble”, reconoció.

El jugador esloveno explicó que James se puso en contacto con él para darle la bienvenida a los Lakers a los pocos minutos de que se conociera la noticia de su traspaso el sábado por la noche. “Me llamó de inmediato. Él estaba en Nueva York. No hablamos mucho pero me dijo 'entiendo lo que estás sintiendo'. Fue un gran gesto de su parte llamarme de inmediato y darme la bienvenida a Los Ángeles”, concluyó.

EFE / FútbolUy